Los países del ALBA, Alternativa Bolivariana para las Américas, reunidos hace poco en Cumaná, Venezuela, emitieron un pronunciamiento en el que, entre otras cosas, condenan al capitalismo, por ser un sistema depredador de la naturaleza y explotador del ser humano, y que con su lógica de ganancia sin límite y a cualquier costo, prácticamente está acabando con el planeta.
El documento señala luego que la crisis económica internacional, producto y resultado de ese sistema, deberá ser encarado por todos los países de la tierra, y no sólo por los capitalistas agrupados en el G 20, construyendo un nuevo orden económico internacional. que se base en la solidaridad y no en la competencia salvaje.
También censura las políticas contra la migración diseñadas por Estados Unidos y otras potencias europeas, y exige que los servicios básicos, como la educación, el agua, la energía y las telecomunicaciones, sean considerados derechos humanos y no sean motivo de comercialización o lucro por empresas privadas.
Luego, en otra parte de sus consideraciones, el documento del ALBA, señala lo siguiente:
“Queremos un mundo donde todos los países, grandes y pequeños tengamos los mismos derechos, y donde no existan imperios.
Abogamos por la no intervención de un Estado sobre otro..
Planteamos fortalecer, como único canal legítimo para la discusión y análisis de las agendas bilaterales y multilaterales del Continente, la base del respeto mutuo entre los Estados y los gobiernos, bajo el principio de la no ingerencia de un Estado sobre otro y la inviolabilidad de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Demandamos al nuevo gobierno de los Estados Unidos, cuya llegada ha generado algunas expectativas en la región y en el mundo, que ponga fin a la larga y nefasta tradición de intervensionismo y agresión que ha caracterizado el accionar de los gobiernos de ese país a lo largo de la historia, especialmente recrudecido durante el gobierno de George W. Bush.
De la misma manera, que elimine prácticas intervensionistas como las operaciones encubiertas, diplomacias paralelas, guerras mediáticas para desestabilizar Estados y gobiernos y el financiamiento a grupos desestabilizadores.
Es fundamental construir un mundo donde se reconozca y respete la diversidad de enfoques económicos, políticos, sociales y culturales.
Respecto al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y la exclusión de este país de la Cumbre de las Américas, los países de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, reiteramos la Declaración que todos los países de América Latina y el Caribe adoptaron el pasado 16 de diciembre del 2008, sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero expuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América a Cuba, incluida la aplicación de la llamada ley Helms Burton, y que entre sus párrafos fundamentales señala:
CONSIDERANDO, las resoluciones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba y las expresiones que sobre el mismo se han aprobado en numerosas reuniones internacionales.
AFIRMAMOS que en la defensa del libre intercambio y de la práctica transparente del comercio internacional, resulta inaceptable la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que afectan el bienestar de los pueblos y destruyen el proceso de integración.
RECHAZAMOS de la forma más enérgica la aplicación de leyes y medidas contrarias al Derecho Internacional, como la ley Helms Burton, y exhortamos al gobierno de los Estados Unidos de América a que ponga fin a su aplicación.
PEDIMOS al gobierno de los Estados Unidos de América que cumpla con lo dispuesto en 17 resoluciones sucesivas aprobadas en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene contra Cuba.
Adicionalmente, consideramos que han fracasado los intentos de imponer el aislamiento de Cuba, que hoy es parte integrante de la región de América Latina y el Caribe, miembro del Grupo de Río y de otras organizaciones y mecanismos regionales, que desarrolla una política de cooperación y solidaridad con los países de la región, que promueve la plena integración de los pueblos latinoamericanos y caribeños y, por tanto, que no existe razón alguna que justifique su exclusión del mecanismos de las Cumbres de las Américas.
Los países desarrollados han destinado no menos de ocho millones de millones de dólares para rescatar la estructura financiera que se ha desplomado.
Son los mismos que no cumplen con destinar pequeñas cifras para alcanzar las Metas del Milenio o el 0.7 % del PIB para la Ayuda Oficial al Desarrollo.
Nunca antes se había visto tan al desnudo la hipocresía del discurso de los países ricos.
La cooperación debe establecerse sin condiciones y ajustarse a las agendas de los países receptores, simplificando los trámites, haciendo accesibles los recursos y privilegiando los temas de inclusión social.
La legítima lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado y cualquier otra manifestación de las llamadas “nuevas amenazas”, no deben ser utilizadas como excusa para llevar a cabo actividades de ingerencia e intervención en contra de nuestros países.
Estamos firmemente convencidos de que el cambio, en el que todo el mundo tiene esperanza, sólo puede venir de la organización, movilización y unidad de nuestros pueblos”.
Esa la última parte del documento aprobado por los países del ALBA, Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela, y que muestra el camino de las luchas de los países latinoamericanos y del Caribe, por su liberación del imperio.
viernes, 24 de abril de 2009
Es urgente construir un nuevo orden económico internacional, dicen los países del ALBA
El capitalismo está acabando con la humanidad y el planeta, dice un documento aprobado recientemente por los países que forman parte de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA.
El documento, en sus primeros artículos, culpa y condena al capitalismo por las crisis económica, energética, alimentaria y ecológica que sufre el mundo, producto de la lógica depredadora y de saqueo y explotación humana con que actuó ese sistema a lo largo de los últimos siglos.
De continuar, al ritmo actual, esa forma de economía y desarrollo, dice el pronunciamiento, harían falta dos planetas como la Tierra, porque el mundo actual ya no abastecería la ambición de sobre acumulación que caracteriza a determinados países y a determinadas empresas de carácter transnacional.
Después, para encarar la crisis, el ALBA creó y puso en marcha un mecanismo financiero denominado Sistema Único de Compensación Regional, el SUCRE, que incluye una Unidad de Cuenta Común, una Cámara de Compensación de Pagos y un Sistema Único de Reservas.
Con esas unidades las naciones del ALBA determinan unirse para, a través de la solidaridad, enfrentar los efectos de la crisis.
A continuación, en sus siguientes artículos, el documento del ALBA, dice lo siguiente:
“Cuestionamos al G 20, las 20 potencias capitalistas del planeta, por triplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional, cuando lo realmente necesario es establecer un nuevo orden económico mundial que incluya la transformación total de dicho Fondo, del Banco Mundial y de la Organización Mundial del Comercio que con sus condicionamientos neoliberales han contribuido a esta crisis económica global.
Las soluciones a la crisis económica global y la definición de una nueva arquitectura financiera internacional, deben ser adoptadas con la participación de los 192 países que entre el 1 y el 3 de junio nos reuniremos en la Conferencia sobre la crisis financiera internacional de las Naciones Unidas para proponer la creación de un nuevo orden económico internacional.
En cuanto a la crisis del cambio climático, los países desarrollados tienen una deuda ecológica con el mundo, ya que son responsables por el 70 % de las emisiones históricas de carbono acumuladas en la atmósfera desde 1750.
Los países desarrollados, deudores con la humanidad y el planeta, deben aportar recursos significativos a un fondo para que los países en vías de desarrollo puedan emprender un modelo de crecimiento que no repita los graves impactos de la industrialización capitalista.
Las soluciones a la crisis energética, alimentaria y del cambio climático tienen que ser integrales e interdependientes
No podemos resolver un problema creando otros en áreas fundamentales para la vida.
Por ejemplo, generalizar el uso de agrocombustibles sólo puede incidir negativamente en los precios de los alimentos y en la utilización de recursos esenciales como el agua, la tierra y los bosques.
Mencionando otros temas, el documento del ALBA, dice, luego: “Condenamos la discriminación de los migrantes en cualquiera de sus formas.
La migración es un Derecho Humano, no un delito.
Por tanto demandamos una reforma urgente de las políticas migratorias del gobierno de los Estados Unidos, con el objetivo de detener las deportaciones y redadas masivas, permitir la reunificación de las familias, y reclamamos la eliminación del muro que nos separa y nos divide en vez de unirnos.
En ese sentido demandamos la abrogación de la Ley de Ajuste Cubano y la eliminación de la política de Pies Secos – Pies Mojados de carácter discriminatorio y selectivo y causante de pérdidas de vidas humanas.
Los verdaderos culpables de la crisis financiera son los banqueros que se robaron el dinero y los recursos de nuestros países, y no los trabajadores migrantes.
Primero están los derechos humanos, y en particular los derechos humanos del sector más desprotegido y marginado de nuestra sociedad, que son los migrantes sin papeles.
Para que haya integración tiene que haber libre circulación de las personas. y derechos humanos por igual para todos sin importar su estatus migratorio.
El robo de cerebros constituye una forma de saqueo de recursos humanos calificados, ejercido por los países ricos.
La declaración de los países del ALBA se refiere luego a los servicios básicos y dic lo siguiente.
Los servicios básicos de educación, salud, agua, energía y telecomunicaciones tienen que ser declarados derechos humanos, y no pueden ser objeto de negocio privado ni ser mercantilizados por la Organización Mundial del Comercio.
Estos servicios son y deben ser esencialmente servicios públicos de acceso universal”.
Esa, una segunda parte del documento emitido por los países que conforman la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA, en este caso Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela, y que fue presentado a la Quinta Cumbre de las Américas realizado recién en la república de Trinidad y Tobago.
Una postura que marca el camino de las luchas que están acentuando los pueblos latinoamericanos por liberarse del dominio del imperio.
El documento, en sus primeros artículos, culpa y condena al capitalismo por las crisis económica, energética, alimentaria y ecológica que sufre el mundo, producto de la lógica depredadora y de saqueo y explotación humana con que actuó ese sistema a lo largo de los últimos siglos.
De continuar, al ritmo actual, esa forma de economía y desarrollo, dice el pronunciamiento, harían falta dos planetas como la Tierra, porque el mundo actual ya no abastecería la ambición de sobre acumulación que caracteriza a determinados países y a determinadas empresas de carácter transnacional.
Después, para encarar la crisis, el ALBA creó y puso en marcha un mecanismo financiero denominado Sistema Único de Compensación Regional, el SUCRE, que incluye una Unidad de Cuenta Común, una Cámara de Compensación de Pagos y un Sistema Único de Reservas.
Con esas unidades las naciones del ALBA determinan unirse para, a través de la solidaridad, enfrentar los efectos de la crisis.
A continuación, en sus siguientes artículos, el documento del ALBA, dice lo siguiente:
“Cuestionamos al G 20, las 20 potencias capitalistas del planeta, por triplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional, cuando lo realmente necesario es establecer un nuevo orden económico mundial que incluya la transformación total de dicho Fondo, del Banco Mundial y de la Organización Mundial del Comercio que con sus condicionamientos neoliberales han contribuido a esta crisis económica global.
Las soluciones a la crisis económica global y la definición de una nueva arquitectura financiera internacional, deben ser adoptadas con la participación de los 192 países que entre el 1 y el 3 de junio nos reuniremos en la Conferencia sobre la crisis financiera internacional de las Naciones Unidas para proponer la creación de un nuevo orden económico internacional.
En cuanto a la crisis del cambio climático, los países desarrollados tienen una deuda ecológica con el mundo, ya que son responsables por el 70 % de las emisiones históricas de carbono acumuladas en la atmósfera desde 1750.
Los países desarrollados, deudores con la humanidad y el planeta, deben aportar recursos significativos a un fondo para que los países en vías de desarrollo puedan emprender un modelo de crecimiento que no repita los graves impactos de la industrialización capitalista.
Las soluciones a la crisis energética, alimentaria y del cambio climático tienen que ser integrales e interdependientes
No podemos resolver un problema creando otros en áreas fundamentales para la vida.
Por ejemplo, generalizar el uso de agrocombustibles sólo puede incidir negativamente en los precios de los alimentos y en la utilización de recursos esenciales como el agua, la tierra y los bosques.
Mencionando otros temas, el documento del ALBA, dice, luego: “Condenamos la discriminación de los migrantes en cualquiera de sus formas.
La migración es un Derecho Humano, no un delito.
Por tanto demandamos una reforma urgente de las políticas migratorias del gobierno de los Estados Unidos, con el objetivo de detener las deportaciones y redadas masivas, permitir la reunificación de las familias, y reclamamos la eliminación del muro que nos separa y nos divide en vez de unirnos.
En ese sentido demandamos la abrogación de la Ley de Ajuste Cubano y la eliminación de la política de Pies Secos – Pies Mojados de carácter discriminatorio y selectivo y causante de pérdidas de vidas humanas.
Los verdaderos culpables de la crisis financiera son los banqueros que se robaron el dinero y los recursos de nuestros países, y no los trabajadores migrantes.
Primero están los derechos humanos, y en particular los derechos humanos del sector más desprotegido y marginado de nuestra sociedad, que son los migrantes sin papeles.
Para que haya integración tiene que haber libre circulación de las personas. y derechos humanos por igual para todos sin importar su estatus migratorio.
El robo de cerebros constituye una forma de saqueo de recursos humanos calificados, ejercido por los países ricos.
La declaración de los países del ALBA se refiere luego a los servicios básicos y dic lo siguiente.
Los servicios básicos de educación, salud, agua, energía y telecomunicaciones tienen que ser declarados derechos humanos, y no pueden ser objeto de negocio privado ni ser mercantilizados por la Organización Mundial del Comercio.
Estos servicios son y deben ser esencialmente servicios públicos de acceso universal”.
Esa, una segunda parte del documento emitido por los países que conforman la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA, en este caso Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela, y que fue presentado a la Quinta Cumbre de las Américas realizado recién en la república de Trinidad y Tobago.
Una postura que marca el camino de las luchas que están acentuando los pueblos latinoamericanos por liberarse del dominio del imperio.
El capitalismo está acabando con la humanidad
El capitalismo está acabando con la humanidad.
Esa es la contundente afirmación contenida en un documento emitido por los jefes de gobierno de los países que forman parte de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA.
La indicada organización, de la que son parte Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela, desarrolló una reunión en la ciudad de Cumaná, Venezuela, y allí emitió una declaración que luego circuló en la V Cumbre de las Américas recién concluida en la república de Trinidad y Tobago.
La declaración es clara y contundente y comienza señalanado, justamente, que el capitalismo está acabando con la humanidad y el planeta.
Luego, señala: “Lo que estamos viviendo es una crisis económica global de carácter sistémico y estructural, y no una crisis cíclica más.
Están muy equivocados quienes piensan que con una inyección de dinero fiscal y con algunas medidas reguladoras se resolverá esta crisis.
El sistema financiero está en crisis porque cotiza valores en papeles por seis veces el valor real de los bienes y servicios que se producen en el mundo.
Esta no es una “falla de la regulación del sistema” sino que es parte constitutiva del sistema capitalista que especula con todos los bienes y valores en pos de obtener la máxima ganancia posible.
Hasta ahora la crisis económica provoca 100 millones más de hambrientos y más de 50 millones de nuevos desempleados, y estas cifras tienden a aumentar.
El capitalismo ha provocado la crisis ecológica por someter las condiciones necesarias para la vida en el planeta, al predominio del mercado y la ganancia.
Cada año se consume un tercio más de lo que el planeta es capaz de regenerar.
A este ritmo de derroche del sistema capitalista vamos a necesitar dos planetas Tierra para el año 2030.
La crisis económica global, la del cambio climático, la alimentaria y la energética, son producto de la decadencia del capitalismo que amenaza con acabar con la propia existencia de la vida y del planeta.
Para evitar este desenlace es necesario desarrollar un modelo alternativo al sistema capitalista.
Un sistema de solidaridad y de complementariedad y no de competencia.
Un sistema de armonía con nuestra madre Tierra y no de saqueo de los recursos naturales.
Un sistema de diversidad cultural y no de aplastamiento de culturas e imposición de valores culturales y estilos de vida ajenos a la realidades de nuestros países.
Un sistema de paz basado en la justicia social y no en políticas y guerras imperialistas.
En síntesis, un sistema que recupere la condición humana de nuestras sociedades y pueblos y nos los reduzca a ser simples consumidores o mercancías.
Como expresión concreta de la nueva realidad del continente, los países latinoamericanos y caribeños hemos comenzado a construir una institucionalidad propia, que hunde sus raíces en la historia común que se remonta a nuestra Revolución Independentista y constituye una herramienta concreta de profundización de los procesos de transformación social, económica y cultural que habrán de consolidar nuestra plena soberanía.
El ALBA TCP, Petrocaribe o la UNASUR, por sólo citar los de más reciente creación, sin mecanismos de unión solidaria, creados al calor de estas transformaciones, con la intención manifiesta de potenciar el esfuerzo de nuestros Pueblos por alcanzar su propia liberación.
Para enfrentar los graves efectos de la crisis económica global, los países del ALBA TCP hemos tomado medidas innovadoras y transformadoras que buscan alternativas reales al deficiente orden económico internacional, y no potenciar sus fracasadas instituciones.
Así, hemos puesto en marcha un Sistema Único de Compensación Regional, el SUCRE, que incluye una Unidad de Cuenta Común, una Cámara de Compensación de Pagos y un Sistema Único de Reservas.
Igualmente hemos impulsado la constitución de empresas gran-nacionales para satisfacer las necesidades fundamentales de nuestros pueblos, estableciendo mecanismos de comercio justo y complementario, que dejen a un lado la absurda lógica de la competencia desenfrenada”.
Esa la primera parte del documento aprobado por las naciones de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA, que acusa al capitalismo por la crisis planetaria, y que propone mecanismos de integración económica y financiera que, sean, como su nombre lo indica, una alternativa al indicado sistema capitalista.
Los pueblos latinoamericanos, pues, han comenzado a unirse bajo banderas anti capitalistas, augurando la construcción de otro sistema mundial, más justo, solidario y equitativo, única vía para salvar al planeta.
Esa es la contundente afirmación contenida en un documento emitido por los jefes de gobierno de los países que forman parte de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA.
La indicada organización, de la que son parte Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela, desarrolló una reunión en la ciudad de Cumaná, Venezuela, y allí emitió una declaración que luego circuló en la V Cumbre de las Américas recién concluida en la república de Trinidad y Tobago.
La declaración es clara y contundente y comienza señalanado, justamente, que el capitalismo está acabando con la humanidad y el planeta.
Luego, señala: “Lo que estamos viviendo es una crisis económica global de carácter sistémico y estructural, y no una crisis cíclica más.
Están muy equivocados quienes piensan que con una inyección de dinero fiscal y con algunas medidas reguladoras se resolverá esta crisis.
El sistema financiero está en crisis porque cotiza valores en papeles por seis veces el valor real de los bienes y servicios que se producen en el mundo.
Esta no es una “falla de la regulación del sistema” sino que es parte constitutiva del sistema capitalista que especula con todos los bienes y valores en pos de obtener la máxima ganancia posible.
Hasta ahora la crisis económica provoca 100 millones más de hambrientos y más de 50 millones de nuevos desempleados, y estas cifras tienden a aumentar.
El capitalismo ha provocado la crisis ecológica por someter las condiciones necesarias para la vida en el planeta, al predominio del mercado y la ganancia.
Cada año se consume un tercio más de lo que el planeta es capaz de regenerar.
A este ritmo de derroche del sistema capitalista vamos a necesitar dos planetas Tierra para el año 2030.
La crisis económica global, la del cambio climático, la alimentaria y la energética, son producto de la decadencia del capitalismo que amenaza con acabar con la propia existencia de la vida y del planeta.
Para evitar este desenlace es necesario desarrollar un modelo alternativo al sistema capitalista.
Un sistema de solidaridad y de complementariedad y no de competencia.
Un sistema de armonía con nuestra madre Tierra y no de saqueo de los recursos naturales.
Un sistema de diversidad cultural y no de aplastamiento de culturas e imposición de valores culturales y estilos de vida ajenos a la realidades de nuestros países.
Un sistema de paz basado en la justicia social y no en políticas y guerras imperialistas.
En síntesis, un sistema que recupere la condición humana de nuestras sociedades y pueblos y nos los reduzca a ser simples consumidores o mercancías.
Como expresión concreta de la nueva realidad del continente, los países latinoamericanos y caribeños hemos comenzado a construir una institucionalidad propia, que hunde sus raíces en la historia común que se remonta a nuestra Revolución Independentista y constituye una herramienta concreta de profundización de los procesos de transformación social, económica y cultural que habrán de consolidar nuestra plena soberanía.
El ALBA TCP, Petrocaribe o la UNASUR, por sólo citar los de más reciente creación, sin mecanismos de unión solidaria, creados al calor de estas transformaciones, con la intención manifiesta de potenciar el esfuerzo de nuestros Pueblos por alcanzar su propia liberación.
Para enfrentar los graves efectos de la crisis económica global, los países del ALBA TCP hemos tomado medidas innovadoras y transformadoras que buscan alternativas reales al deficiente orden económico internacional, y no potenciar sus fracasadas instituciones.
Así, hemos puesto en marcha un Sistema Único de Compensación Regional, el SUCRE, que incluye una Unidad de Cuenta Común, una Cámara de Compensación de Pagos y un Sistema Único de Reservas.
Igualmente hemos impulsado la constitución de empresas gran-nacionales para satisfacer las necesidades fundamentales de nuestros pueblos, estableciendo mecanismos de comercio justo y complementario, que dejen a un lado la absurda lógica de la competencia desenfrenada”.
Esa la primera parte del documento aprobado por las naciones de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA, que acusa al capitalismo por la crisis planetaria, y que propone mecanismos de integración económica y financiera que, sean, como su nombre lo indica, una alternativa al indicado sistema capitalista.
Los pueblos latinoamericanos, pues, han comenzado a unirse bajo banderas anti capitalistas, augurando la construcción de otro sistema mundial, más justo, solidario y equitativo, única vía para salvar al planeta.
El Diario y su manejo de los hechos de Santa Cruz
“Irregularidades campean en el operativo antiterrorista”.
Ese es el título que apareció en la edición del pasado domingo 19 de abril, en la edición del periódico El Diario de la ciudad de La Paz, con letras muy grandes colocadas en el centro de la primera página
Un poco más arriba, en el ante título, con letras pequeñitas y delgadas se lee “según expertos”.
Posteriormente, debajo del título, en el lead, se indica que los indicados expertos “afirman que no se cumplieron con los procedimientos correspondientes”, y luego que “los dos sobrevivientes guardan detención preventiva en la cárcel de San Pedro”.
Luego, en la página 7 del indicado periódico aparece la misma nota, ampliada, bajo un titular que vuelve a indicar “Colegio de Abogados observa serias anomalías en operativo antiterrorista”.
Posteriormente, al inicio de la nota, se lee lo siguiente: “El presidente del Colegio nacional de Abogados, Edwin Rojas, ve graves irregularidades en los operativos antiterroristas en Santa Cruz y en la detención preventiva de los dos presuntos integrantes de la presunta banda de terroristas”.
En resumen, que había sido el abogado Edwin Rojas el que formuló su criterio sobre el operativo pero, el indicado periódico hizo suyo el señalado criterio, al publicarlo con grandes caracteres, en primera página, cuidando que cualquier lector que se acerque al periódico sepa que el operativo de Santa Cruz se realizó sin respetar la ley.
Lo que no dice el periódico El Diario es que el señalado profesional Edwin Rojas, presidente del Colegio de Abogados, ha estado ligado a los partidos políticos neoliberales que fueron desplazados del poder en octubre del 2003. como resultado de las revueltas populares.
Y que, de ese modo, en todas las ocasiones en que ha emitido declaraciones sobre temas políticos, fuel a su inclinación ideológica, siempre ha atacado las acciones del gobierno.
Ahora bien, ¿cuáles son esas supuestas irregularidades de las que habla Rojas, y que el periódico El Diario hace suyas al darles tan tremenda relevancia.
Dice Rojas que el operativo se realizó sin orden de un juez competente.
Que en el allanamiento del hotel donde estaban los supuestos terroristas no participaron representantes del Ministerio Público ni efectivos policiales de Santa Cruz.
Que la incomunicación de los detenidos se prolongó por más de 24 horas, cuando la ley dice que no se debe actuar así.
Que las autoridades cruceñas mostraron su extrañeza por la llegada a esa capital de un avión Hércules, a la medianoche del jueves, con decenas de efectivos policiales de élite, excluyendo a los uniformados del lugar.
Que por la ausencia de fiscales, los cuerpos sin vida de los supuestos terroristas permanecieron en el lugar por más de 14 horas.
De esos pequeños detalles, pues, se fue ocupando el abogado Edwin Rojas, en sus declaraciones, y esos pequeños detalles fueron amplificados de manera extraordinaria por el periódico El Diario.
Sin embargo, de lo que no se ocuparon, para nada, es de comentar la gravedad de la supuesta existencia de una célula terrorista que, de acuerdo a las primeras informaciones del gobierno, que seguramente serán ampliadas. planeaba nada menos que atentar contra la vida del presidente de la República y de otras autoridades nacionales, incluyendo algunas de oposición.
Eso, al parecer, no importaba mucho para el presidente del Colegio de Abogados, Edwin Rojas, ni para el periódico El Diario, que prefirieron ocuparse de los procedimientos legales de la operación.
Sin entender que esta clase de acciones, por su gravedad, por su urgencia, deben cumplirse muchas veces, sin cuidar algunos de esos aspectos que, una vez desarrollado el operativo, pueden ser subsanados.
Aquí se trataba de una célula de terroristas armados que resistieron su captura apelando al uso de armas y que, de no actuar la policía con la necesaria energía, podían escapar o también provocar muertos dentro de las fuerzas del orden.
Era gente muy peligrosa, mercenarios que, a juzgar por declaraciones del gobierno, tenían el propósito de crear un clima de convulsión para favorecer afanes golpistas y separatistas en nuestro país.
¿Se podía, en esas condiciones, andar con remilgos legales, para satisfacción del abogado Edwin Rojas?
La vida del presidente Evo Morales estuvo en peligro, y probablemente lo sigue estando, y ello ha llevado a pronunciarse a representantes de las Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos y de la Unión de Naciones del Sur.
Estas organizaciones conocieron la gravedad de lo que podía suceder y, de manera muy clara, sin poner en duda las informaciones, manifestaron su condena al hecho y su plena solidaridad con el presidente Morales.
Aquí, en Bolivia, sin embargo, un abogado de oposición y un periódico también de oposición, un poco más y se ponen de lado de los terroristas, reclamando porque la policía no cumplió con algún requisito legal en el operativo.
A lo mejor esperaban que les pidieran permiso para detenerlos, y que se disculparan por apresarlos, rogándoles que, por favor, no se resistieran para evitar un enfrentamiento.
De ese modo, pues, es cómo la prensa dominante va manejando hechos políticos de la gravedad del ocurrido el jueves de la pasada semana, en Santa Cruz.
Son ejemplos que la ciudadanía debe tomar en cuenta, para evitar ser víctima de las habituales manipulaciones en que esa prensa incurre.
Ese es el título que apareció en la edición del pasado domingo 19 de abril, en la edición del periódico El Diario de la ciudad de La Paz, con letras muy grandes colocadas en el centro de la primera página
Un poco más arriba, en el ante título, con letras pequeñitas y delgadas se lee “según expertos”.
Posteriormente, debajo del título, en el lead, se indica que los indicados expertos “afirman que no se cumplieron con los procedimientos correspondientes”, y luego que “los dos sobrevivientes guardan detención preventiva en la cárcel de San Pedro”.
Luego, en la página 7 del indicado periódico aparece la misma nota, ampliada, bajo un titular que vuelve a indicar “Colegio de Abogados observa serias anomalías en operativo antiterrorista”.
Posteriormente, al inicio de la nota, se lee lo siguiente: “El presidente del Colegio nacional de Abogados, Edwin Rojas, ve graves irregularidades en los operativos antiterroristas en Santa Cruz y en la detención preventiva de los dos presuntos integrantes de la presunta banda de terroristas”.
En resumen, que había sido el abogado Edwin Rojas el que formuló su criterio sobre el operativo pero, el indicado periódico hizo suyo el señalado criterio, al publicarlo con grandes caracteres, en primera página, cuidando que cualquier lector que se acerque al periódico sepa que el operativo de Santa Cruz se realizó sin respetar la ley.
Lo que no dice el periódico El Diario es que el señalado profesional Edwin Rojas, presidente del Colegio de Abogados, ha estado ligado a los partidos políticos neoliberales que fueron desplazados del poder en octubre del 2003. como resultado de las revueltas populares.
Y que, de ese modo, en todas las ocasiones en que ha emitido declaraciones sobre temas políticos, fuel a su inclinación ideológica, siempre ha atacado las acciones del gobierno.
Ahora bien, ¿cuáles son esas supuestas irregularidades de las que habla Rojas, y que el periódico El Diario hace suyas al darles tan tremenda relevancia.
Dice Rojas que el operativo se realizó sin orden de un juez competente.
Que en el allanamiento del hotel donde estaban los supuestos terroristas no participaron representantes del Ministerio Público ni efectivos policiales de Santa Cruz.
Que la incomunicación de los detenidos se prolongó por más de 24 horas, cuando la ley dice que no se debe actuar así.
Que las autoridades cruceñas mostraron su extrañeza por la llegada a esa capital de un avión Hércules, a la medianoche del jueves, con decenas de efectivos policiales de élite, excluyendo a los uniformados del lugar.
Que por la ausencia de fiscales, los cuerpos sin vida de los supuestos terroristas permanecieron en el lugar por más de 14 horas.
De esos pequeños detalles, pues, se fue ocupando el abogado Edwin Rojas, en sus declaraciones, y esos pequeños detalles fueron amplificados de manera extraordinaria por el periódico El Diario.
Sin embargo, de lo que no se ocuparon, para nada, es de comentar la gravedad de la supuesta existencia de una célula terrorista que, de acuerdo a las primeras informaciones del gobierno, que seguramente serán ampliadas. planeaba nada menos que atentar contra la vida del presidente de la República y de otras autoridades nacionales, incluyendo algunas de oposición.
Eso, al parecer, no importaba mucho para el presidente del Colegio de Abogados, Edwin Rojas, ni para el periódico El Diario, que prefirieron ocuparse de los procedimientos legales de la operación.
Sin entender que esta clase de acciones, por su gravedad, por su urgencia, deben cumplirse muchas veces, sin cuidar algunos de esos aspectos que, una vez desarrollado el operativo, pueden ser subsanados.
Aquí se trataba de una célula de terroristas armados que resistieron su captura apelando al uso de armas y que, de no actuar la policía con la necesaria energía, podían escapar o también provocar muertos dentro de las fuerzas del orden.
Era gente muy peligrosa, mercenarios que, a juzgar por declaraciones del gobierno, tenían el propósito de crear un clima de convulsión para favorecer afanes golpistas y separatistas en nuestro país.
¿Se podía, en esas condiciones, andar con remilgos legales, para satisfacción del abogado Edwin Rojas?
La vida del presidente Evo Morales estuvo en peligro, y probablemente lo sigue estando, y ello ha llevado a pronunciarse a representantes de las Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos y de la Unión de Naciones del Sur.
Estas organizaciones conocieron la gravedad de lo que podía suceder y, de manera muy clara, sin poner en duda las informaciones, manifestaron su condena al hecho y su plena solidaridad con el presidente Morales.
Aquí, en Bolivia, sin embargo, un abogado de oposición y un periódico también de oposición, un poco más y se ponen de lado de los terroristas, reclamando porque la policía no cumplió con algún requisito legal en el operativo.
A lo mejor esperaban que les pidieran permiso para detenerlos, y que se disculparan por apresarlos, rogándoles que, por favor, no se resistieran para evitar un enfrentamiento.
De ese modo, pues, es cómo la prensa dominante va manejando hechos políticos de la gravedad del ocurrido el jueves de la pasada semana, en Santa Cruz.
Son ejemplos que la ciudadanía debe tomar en cuenta, para evitar ser víctima de las habituales manipulaciones en que esa prensa incurre.
Terminó la V Cumbre de las Américas, y se inicia, en el continente, una etapa de cambio
Terminó la V Cumbre de las Américas y hubo, al final, mucha cordialidad y muchos apretones de manos, inclusive entre los líderes de los países más distanciados.
Lo que no hubo, sin embargo, es un documento de consenso que refleje la postura o el pensamiento de los líderes de todas las naciones del continente, y esa fue una diferencia fundamental con las cumbres ocurridas en el pasado.
Porque en el pasado, de las señaladas cumbres salía un solo documento, que era firmado por la totalidad de los presidentes asistentes y, al despedirse, todos posaban para las fotos oficiales, unidos y sonrientes.
Ahora, en la Cumbre de Trinidad y Tobago, la cosa no fue así, porque, efectivamente, en nuestro continente están soplando nuevos vientos, que parece que van a ir barriendo con muchas de las cosas viejas del pasado.
Y algunas de esas cosas viejas son los lineamientos del capitalismo internacional que, al estar haciendo aguas por todos los lados con la actual crisis internacional, demuestra que no es el sistema más adecuado para el progreso y bienestar de los pueblos.
Que la humanidad debe construir otros sistemas de desarrollo y convivencia, que vayan más a tono con los reclamos por justicia, solidaridad y equidad que se van escuchando desde todos los lugares del planeta.
La humanidad no acepta ya que las relaciones internacionales se basen en el predominio de unos países sobre otros.
No acepta más que el progreso y el bienestar extraordinario de unas naciones, se siga sustentando en la pobreza y en la explotación de otras.
Esa forma de establecer las relaciones debe concluir, y ese es el mensaje que surgió nítido de la Cumbre de Trinidad y Tobago.
Muchos análisis se han comenzado a realizar de ese encuentro internacional y, aunque en los mismos hay naturales diferencias, todos coinciden en una apreciación.
Y es la de que, a partir de la Cumbre, una nueva era ha sido abierta en la historia del continente.
Y un primer elemento de esa nueva historia señala que ya los países americanos no están más dispuestos a seguir aceptando callada y resignadamente, las políticas que lleguen desde los Estados Unidos.
Que ahora le piden a la indicada potencia, que respete la soberanía de los pueblos, y que permita que cada país elija en libertad su destino político, social y económico, de acuerdo a la voluntad de su pueblo.
Que deje la política de la intromisión que fue una característica de las relaciones entre los Estados Unidos y los demás países americanos.
A juzgar por las primeras señales es posible que el presidente norteamericano Barack Obama, esté interesado en seguir ese camino, lo cual sería, evidentemente, positivo.
Barack Obama mostró en la Cumbre una actitud conciliadora y escuchó, con respeto y se4renidad las más duras críticas que diferentes mandatarios realizaron contra la política imperial del pasado.
Conciliador, el presidente norteamericano pidió que se abra una nueva etapa, procurando que los errores del pasado vayan siendo olvidados paulatinamente.
También conciliador Barack Obama estuvo de acuerdo en que se analice el tema de Cuba, país que sufrió durante medio siglo, un tremendo bloqueo económico y comercial, sólo por haber cometido el tremendo pecado de pretender liberarse del dominio del imperio.
Una gran parte de las naciones del continente, entre ellas Bolivia, expresaron un enérgico reclamo por esa situación, de manera que ahora Estados Unidos está conminado a levantar la medida.
El asunto es tan definitivo que presidente como Inacio Lula Da Silva del Brasil, expresaron que ya no es posible que vuelva a haber una nueva cumbre de países del hemisferio, sin la presencia de Cuba.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue un poco más lejos en esa postura, planteando que esa nueva reunión se lleve a cabo, justamente, en la ciudad de La Habana, capital de la isla.
Resultan, dentro de este tema, de gran importancia, las declaraciones de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, reconociendo que la medida del bloqueo con Cuba fue un tremendo fracaso.
Era una medida destinada a derribar al gobierno de Fidel Castro y a destruir la revolución cubana, que fracasó ruidosamente por la voluntad y la energía de ese pueblo.
Cuba, pues, al cabo de medio siglo de bloqueo, emerge triunfante, constituyendo, para los demás países del hemisferio, un ejemplo de lucha y dignidad.
En la Cumbre se habló también de termas como el narcotráfico, la energía, la pobreza o la asistencia financiera, y se emitieron resoluciones que apuntan a hacer esfuerzos para encararlos.
Quedó pendiente, sin embargo, el gran tema de la crisis internacional, por la postura de muchas naciones, de que la misma no se podrá resolver con las medidas que han ido adoptando las potencias capitalistas del planeta.
La crisis es estructural, no coyuntural, dijeron varios presidentes, de modo que su solución radica en una modificación a fondo del sistema capitalista, y eso es algo que los Estados Unidos no aceptan.
No hay, pues, acuerdo, en la forma de encarar la crisis, de manera que ahora las naciones buscarán sus propios caminos para superar esta catástrofe, uniéndose en bloques de acuerdo a sus expectativas.
Desde ya los países del ALBA y los de UNASUR, manejan sus particulares propuestas, que no coinciden con las de las naciones capitalistas.
Mucho material va a dejar para el comentario, la V Cumbre de las Américas, realizada en Trinidad y Tobago.
Lo que queda claro es que, a partir de la misma, las cosas ya no serán nunca más como fueron antes, con el predominio absoluto de los Estados Unidos.
Que van a cambiar porque, justamente, ha llegado la hora del cambio, no sólo en Bolivia, sino en el continente.
Lo que no hubo, sin embargo, es un documento de consenso que refleje la postura o el pensamiento de los líderes de todas las naciones del continente, y esa fue una diferencia fundamental con las cumbres ocurridas en el pasado.
Porque en el pasado, de las señaladas cumbres salía un solo documento, que era firmado por la totalidad de los presidentes asistentes y, al despedirse, todos posaban para las fotos oficiales, unidos y sonrientes.
Ahora, en la Cumbre de Trinidad y Tobago, la cosa no fue así, porque, efectivamente, en nuestro continente están soplando nuevos vientos, que parece que van a ir barriendo con muchas de las cosas viejas del pasado.
Y algunas de esas cosas viejas son los lineamientos del capitalismo internacional que, al estar haciendo aguas por todos los lados con la actual crisis internacional, demuestra que no es el sistema más adecuado para el progreso y bienestar de los pueblos.
Que la humanidad debe construir otros sistemas de desarrollo y convivencia, que vayan más a tono con los reclamos por justicia, solidaridad y equidad que se van escuchando desde todos los lugares del planeta.
La humanidad no acepta ya que las relaciones internacionales se basen en el predominio de unos países sobre otros.
No acepta más que el progreso y el bienestar extraordinario de unas naciones, se siga sustentando en la pobreza y en la explotación de otras.
Esa forma de establecer las relaciones debe concluir, y ese es el mensaje que surgió nítido de la Cumbre de Trinidad y Tobago.
Muchos análisis se han comenzado a realizar de ese encuentro internacional y, aunque en los mismos hay naturales diferencias, todos coinciden en una apreciación.
Y es la de que, a partir de la Cumbre, una nueva era ha sido abierta en la historia del continente.
Y un primer elemento de esa nueva historia señala que ya los países americanos no están más dispuestos a seguir aceptando callada y resignadamente, las políticas que lleguen desde los Estados Unidos.
Que ahora le piden a la indicada potencia, que respete la soberanía de los pueblos, y que permita que cada país elija en libertad su destino político, social y económico, de acuerdo a la voluntad de su pueblo.
Que deje la política de la intromisión que fue una característica de las relaciones entre los Estados Unidos y los demás países americanos.
A juzgar por las primeras señales es posible que el presidente norteamericano Barack Obama, esté interesado en seguir ese camino, lo cual sería, evidentemente, positivo.
Barack Obama mostró en la Cumbre una actitud conciliadora y escuchó, con respeto y se4renidad las más duras críticas que diferentes mandatarios realizaron contra la política imperial del pasado.
Conciliador, el presidente norteamericano pidió que se abra una nueva etapa, procurando que los errores del pasado vayan siendo olvidados paulatinamente.
También conciliador Barack Obama estuvo de acuerdo en que se analice el tema de Cuba, país que sufrió durante medio siglo, un tremendo bloqueo económico y comercial, sólo por haber cometido el tremendo pecado de pretender liberarse del dominio del imperio.
Una gran parte de las naciones del continente, entre ellas Bolivia, expresaron un enérgico reclamo por esa situación, de manera que ahora Estados Unidos está conminado a levantar la medida.
El asunto es tan definitivo que presidente como Inacio Lula Da Silva del Brasil, expresaron que ya no es posible que vuelva a haber una nueva cumbre de países del hemisferio, sin la presencia de Cuba.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue un poco más lejos en esa postura, planteando que esa nueva reunión se lleve a cabo, justamente, en la ciudad de La Habana, capital de la isla.
Resultan, dentro de este tema, de gran importancia, las declaraciones de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, reconociendo que la medida del bloqueo con Cuba fue un tremendo fracaso.
Era una medida destinada a derribar al gobierno de Fidel Castro y a destruir la revolución cubana, que fracasó ruidosamente por la voluntad y la energía de ese pueblo.
Cuba, pues, al cabo de medio siglo de bloqueo, emerge triunfante, constituyendo, para los demás países del hemisferio, un ejemplo de lucha y dignidad.
En la Cumbre se habló también de termas como el narcotráfico, la energía, la pobreza o la asistencia financiera, y se emitieron resoluciones que apuntan a hacer esfuerzos para encararlos.
Quedó pendiente, sin embargo, el gran tema de la crisis internacional, por la postura de muchas naciones, de que la misma no se podrá resolver con las medidas que han ido adoptando las potencias capitalistas del planeta.
La crisis es estructural, no coyuntural, dijeron varios presidentes, de modo que su solución radica en una modificación a fondo del sistema capitalista, y eso es algo que los Estados Unidos no aceptan.
No hay, pues, acuerdo, en la forma de encarar la crisis, de manera que ahora las naciones buscarán sus propios caminos para superar esta catástrofe, uniéndose en bloques de acuerdo a sus expectativas.
Desde ya los países del ALBA y los de UNASUR, manejan sus particulares propuestas, que no coinciden con las de las naciones capitalistas.
Mucho material va a dejar para el comentario, la V Cumbre de las Américas, realizada en Trinidad y Tobago.
Lo que queda claro es que, a partir de la misma, las cosas ya no serán nunca más como fueron antes, con el predominio absoluto de los Estados Unidos.
Que van a cambiar porque, justamente, ha llegado la hora del cambio, no sólo en Bolivia, sino en el continente.
viernes, 17 de abril de 2009
Levantar el secreto bancario propone el G 20. ¿Se le podrá creer?
Poner fin al secreto bancario.
Esa es una de las medidas que decidió adoptar el grupo del G 20, las 20 potencias capitalistas del mundo, para enfrentar la crisis financiera y económica que aflige al planeta.
Los bancos y entidades financieras internacionales operaron a su libre albedrío dentro del sistema neoliberal, de libre mercado, conque se pretendió globalizar al mundo y, como resultado de ese accionar incurrieron en corrupción y en gruesos errores que precipitaron la crisis.
Ahora ya no se quiere que esas entidades actúen con la misma libertad e impunidad con que lo hicieron hasta el momento y, para ello, se determinó imponer algunos controles y, además, en alguna medida, levantar el secreto bancario.
No significa que, exactamente, se obligará a los bancos a dar a conocer todos sus movimientos financieros, sino a prestar informes globales periódicos y a alertar en caso de la aparición de cuentas sospechosas.
Algunos países mostraron predisposición para aceptar la norma, pero otros, como Austria, Suiza, Luxemburgo o Suiza, ya mostraron una total resistencia a acatarla.
Y es que las economías de varios de esos países se basan, justamente, en el secreto bancario.
Aceptando depósitos de dinero, sin hacer preguntas de dónde provenían, se constituyeron los llamados paraísos fiscales que favorecieron a los corruptos del mundo.
Eduardo Galeano en uno de sus extraordinarios libros, ejemplifica la forma de operar de esos países, tomando como ejemplo, justamente, a Suiza.
“Los países más ricos del mundo dice Galeano, son Suiza y Luxemburgo.
Dos países chicos, dos grandes plazas financieras.
De la minúscula Luxemburgo poco o nada se sabe.
Suiza goza de fama universal gracias a la puntería de Guillermo Tell, la precisión de los relojes y la discreción de los banqueros.
Viene de lejos el prestigio de la banca suiza: una tradición de siete siglos garantiza su seriedad y su seguridad.
Pero fue durante la segunda guerra mundial que Suiza pasó a ser una potencia financiera.
Fiel a su larga tradición de neutralidad, Suiza no participó en la guerra pero participó en el negocio de la guerra vendiendo sus servicios, a muy buen precio, a la Alemania nazi.
Un negocio brillante: la banca suiza convirtió en divisas internacionales el oro que Hitler robaba a los países ocupados y a los judíos atrapados, incluyendo los dientes de oro de los muertos en las cámaras de gas.
Por sucio que llegue el dinero y por complicados que resulten los enjuagues, la lavandería lo deja sin una manchita.
Templos de altas columnas de mármol o discretas capillas, los santuarios suizos evitan preguntas y ofrecen misterio.
Ferdinand Marcos, déspota de las Filipinas, tenía entre mil y mil quinientos millones de dólares guardados en cuarenta bancos suizos.
El cónsul general de Filipinas en Zurich era un director del Credit Suisse.
A principios del 98, diez años después de la caída de Marcos, al cabo de mucho pleito y contra pleito, el Tribunal Federal mandó a devolver 570 millones al Estado filipino.
No era todo pero algo era.
Una excepción a la regla: normalmente el dinero delincuente desaparece sin dejar rastros.
Los cirujanos suizos le cambian la cara y el nombre y se ocupan de dar nueva vida legal a su nueva identidad de fantasía.
Del dinero de la dinastía de los Somoza, vampiros de Nicaragua, no apareció nada.
Casi nada se encontró y nada se restituyó de lo que la dinastía Duvalier robó en Haití.
Mobuto Sese Seko, que exprimió al Congo hasta la última gota de su jugo, se entrevistaba con sus banqueros en Ginebra, siempre con su escolta de Mercedes blindados.
Mobutu tenía entre cuatro y cinco mil millones de dólares: sólo seis millones aparecieron cuando se derrumbó su dictadura.
El dictador de Mali, Moussa Traoré, tenía mil y pico de millones: los banqueros suizos devolvieron cuatro millones.
A Suiza fueron a parar los dineros de los militares argentinos que ejercieron el terror desde 1976.
Veintidós años después, una investigación judicial reveló la punta de ese iceberg.
¿Cuántos millones se habrán desvanecido en la niebla que ampara las cuentas fantasmas?
En los años noventa la familia del presidente Salinas de Gortari desvalijó a México.
A Raúl Salinas, hermano del presidente, lo llamaban Señor Diez por Ciento, en mérito a las comisiones que embolsaba por la privatización de los servicios públicos y por la protección a la mafia de la droga.
La prensa ha informado que ese río de dólares desembocó en el Citybank y también en la Unión de Bancos Suizos.
Seguramente se hallan también en cuentas suizas, los dineros que esquilmaron el pueblos presidentes y políticos neoliberales que gobernaron en Bolivia, o la plata que los Bánzer o los García Meza, o los Landívar, o los “Chito” Valle robaron directamente, o los millones que se entregaron como comisiones a Sánchez de Lozada, Alfonso Revollo, Carlos Sánchez Berzaín y a otros políticos que privatizaron las empresas del Estado o que entregaron el gas a las petroleras transnacionales.
¿Cuánto se podrá recuperar de toda esa plata?
Seguramente muy poco porque, como dice Galeano, en las mágicas aguas del lago de Ginebra, el dinero se zambulle y se hace invisible”.
Conociendo esos datos proporcionados por el escritor Eduardo Galeano, es difícil de creer, pues, que la medida del G 20 de correr un poquito el secreto bancario, tenga efectividad.
Esa es una de las medidas que decidió adoptar el grupo del G 20, las 20 potencias capitalistas del mundo, para enfrentar la crisis financiera y económica que aflige al planeta.
Los bancos y entidades financieras internacionales operaron a su libre albedrío dentro del sistema neoliberal, de libre mercado, conque se pretendió globalizar al mundo y, como resultado de ese accionar incurrieron en corrupción y en gruesos errores que precipitaron la crisis.
Ahora ya no se quiere que esas entidades actúen con la misma libertad e impunidad con que lo hicieron hasta el momento y, para ello, se determinó imponer algunos controles y, además, en alguna medida, levantar el secreto bancario.
No significa que, exactamente, se obligará a los bancos a dar a conocer todos sus movimientos financieros, sino a prestar informes globales periódicos y a alertar en caso de la aparición de cuentas sospechosas.
Algunos países mostraron predisposición para aceptar la norma, pero otros, como Austria, Suiza, Luxemburgo o Suiza, ya mostraron una total resistencia a acatarla.
Y es que las economías de varios de esos países se basan, justamente, en el secreto bancario.
Aceptando depósitos de dinero, sin hacer preguntas de dónde provenían, se constituyeron los llamados paraísos fiscales que favorecieron a los corruptos del mundo.
Eduardo Galeano en uno de sus extraordinarios libros, ejemplifica la forma de operar de esos países, tomando como ejemplo, justamente, a Suiza.
“Los países más ricos del mundo dice Galeano, son Suiza y Luxemburgo.
Dos países chicos, dos grandes plazas financieras.
De la minúscula Luxemburgo poco o nada se sabe.
Suiza goza de fama universal gracias a la puntería de Guillermo Tell, la precisión de los relojes y la discreción de los banqueros.
Viene de lejos el prestigio de la banca suiza: una tradición de siete siglos garantiza su seriedad y su seguridad.
Pero fue durante la segunda guerra mundial que Suiza pasó a ser una potencia financiera.
Fiel a su larga tradición de neutralidad, Suiza no participó en la guerra pero participó en el negocio de la guerra vendiendo sus servicios, a muy buen precio, a la Alemania nazi.
Un negocio brillante: la banca suiza convirtió en divisas internacionales el oro que Hitler robaba a los países ocupados y a los judíos atrapados, incluyendo los dientes de oro de los muertos en las cámaras de gas.
Por sucio que llegue el dinero y por complicados que resulten los enjuagues, la lavandería lo deja sin una manchita.
Templos de altas columnas de mármol o discretas capillas, los santuarios suizos evitan preguntas y ofrecen misterio.
Ferdinand Marcos, déspota de las Filipinas, tenía entre mil y mil quinientos millones de dólares guardados en cuarenta bancos suizos.
El cónsul general de Filipinas en Zurich era un director del Credit Suisse.
A principios del 98, diez años después de la caída de Marcos, al cabo de mucho pleito y contra pleito, el Tribunal Federal mandó a devolver 570 millones al Estado filipino.
No era todo pero algo era.
Una excepción a la regla: normalmente el dinero delincuente desaparece sin dejar rastros.
Los cirujanos suizos le cambian la cara y el nombre y se ocupan de dar nueva vida legal a su nueva identidad de fantasía.
Del dinero de la dinastía de los Somoza, vampiros de Nicaragua, no apareció nada.
Casi nada se encontró y nada se restituyó de lo que la dinastía Duvalier robó en Haití.
Mobuto Sese Seko, que exprimió al Congo hasta la última gota de su jugo, se entrevistaba con sus banqueros en Ginebra, siempre con su escolta de Mercedes blindados.
Mobutu tenía entre cuatro y cinco mil millones de dólares: sólo seis millones aparecieron cuando se derrumbó su dictadura.
El dictador de Mali, Moussa Traoré, tenía mil y pico de millones: los banqueros suizos devolvieron cuatro millones.
A Suiza fueron a parar los dineros de los militares argentinos que ejercieron el terror desde 1976.
Veintidós años después, una investigación judicial reveló la punta de ese iceberg.
¿Cuántos millones se habrán desvanecido en la niebla que ampara las cuentas fantasmas?
En los años noventa la familia del presidente Salinas de Gortari desvalijó a México.
A Raúl Salinas, hermano del presidente, lo llamaban Señor Diez por Ciento, en mérito a las comisiones que embolsaba por la privatización de los servicios públicos y por la protección a la mafia de la droga.
La prensa ha informado que ese río de dólares desembocó en el Citybank y también en la Unión de Bancos Suizos.
Seguramente se hallan también en cuentas suizas, los dineros que esquilmaron el pueblos presidentes y políticos neoliberales que gobernaron en Bolivia, o la plata que los Bánzer o los García Meza, o los Landívar, o los “Chito” Valle robaron directamente, o los millones que se entregaron como comisiones a Sánchez de Lozada, Alfonso Revollo, Carlos Sánchez Berzaín y a otros políticos que privatizaron las empresas del Estado o que entregaron el gas a las petroleras transnacionales.
¿Cuánto se podrá recuperar de toda esa plata?
Seguramente muy poco porque, como dice Galeano, en las mágicas aguas del lago de Ginebra, el dinero se zambulle y se hace invisible”.
Conociendo esos datos proporcionados por el escritor Eduardo Galeano, es difícil de creer, pues, que la medida del G 20 de correr un poquito el secreto bancario, tenga efectividad.
Se cae el sistema capitalista y otro mundo aparece en el horizonte
Definitivamente, otro mundo esta naciendo.
Aun cuando tratan desesperadamente de salvarlo, sometiéndolo a una terapia intensiva y a un tratamiento que representa un tremendo costo, el mundo antiguo, aquel marcado por la más ortodoxa lógica capitalista y que tenía su cumbre en la globalización neoliberal, está muriendo y, paralelamente, está naciendo otro mundo, más justo y solidario, que ya no se ha de regir por el dogma del libre mercado que se pretendía universalizar.
El grupo de los G 20, los 20 países que han venido impulsando el neoliberalismo, se reunió hace poco en Londres, Inglaterra, y aprobó un plan de recuperación y reforma global, con la que intenta enfrentar la monstruosa crisis económica y financiera que afecta al planeta.
Ese plan contempla, entre otras cosas, la creación inmediata de un fondo de un billón de dólares, o sea un millón de millones de dólares, para apoyar a naciones en dificultades económicas que, a no dudarlo, han de ser muchísimas.
Hasta el año 2010 el dinero que se invertirá para el rescate financiero internacional alcanzará a la fabulosa cantidad de cinco billones de dólares, o sea cinco millones de millones de dólares.
Dentro de las medidas se considera una inversión de 250.000 millones de dólares para relanzar el comercio mundial y de las exportaciones que, según cálculos de organismos internacionales, sufrirá una caída de un 10 % en la presente gestión.
Considerando que la crisis internacional tiene, entre sus causas, la libertad absoluta con que operaron las instituciones financieras, las cuales aprovecharon esa libertad para deslizarse por el fácil camino de la corrupción, ahora se determinó ponerles algunas suaves medidas de control. exigiéndoles que sean más transparentes en sus operaciones.
El plan del G 20 consideró el levantamiento, en alguna medida, del secreto bancario que, hasta el presente, se cuidó con un extraordinario celo, porque permitía la acumulación extraordinaria de dinero en determinadas entidades bancarias que, a su vez, eran pilar de los sistemas económicos de sus países.
Otras medidas adicionales adoptadas en la reunión de Londres, determinan que el Fondo Monetario Internacional venda algunas reservas de oro para dar créditos a los países pobres, y que las naciones se comprometan a no poner barreras nuevas a sus importaciones.
Como puede observarse, el tremendo plan de recuperación y reforma global aprobado por el G 20, es más, pero mucho más, de lo mismo que, en última medida, llevó a la crisis monstruosa que ahora aflige al mundo.
La crisis internacional fue originada por la lógica capitalista con la que se manejó la economía mundial y ahora, para salvarla, se vuelve a insistir en medidas también capitalistas.
Fue originada por el mal funcionamiento y por la quiebra de bancos y entidades financieras y ahora, para encararla, y como un premio por su dañina gestión, se vuelve a entregar fondos multimillonarios a esos bancos y entidades financieras.
Se trata, en resumen, de encontrar soluciones dentro del sistema que originó la crisis, y no de modificarlo como hubiera sido lo más correcto y conveniente.
Ahora bien, frente a esas medidas, cuyos efectos positivos no se pueden garantizar, existen iniciativas que están buscando soluciones por otra vía.
Una vía que rompe con el capitalismo tradicional, y que pretende construir otra economía basada en principios de solidaridad y mayor equidad entre las naciones.
Esas iniciativas están siendo impulsadas, en América Latina, por naciones como Venezuela, Argentina, Cuba, Chile, Ecuador, Bolivia y hasta Brasil, además de otras, que conformaron la Unión de Naciones del Sur.
Dentro de UNASUR, se ha puesto en marcha la creación del Banco del Sur que permitirá que los países se libren, por ejemplo de entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo BID, el Banco Mundial u otros, para acceder a recursos con los que puedan encarar programas de desarrollo.
El BID y el Banco Mundial, lo mismo que el Fondo Monetario Internacional, fueron organismos que se movieron bajo los dictados de los Estados Unidos y que tradicionalmente condicionaron sus créditos al cumplimiento de ajustes económicos impuestos por la potencia del norte,
Sacudirse ese sometimiento y buscar un desarrollo independiente del imperio es, pues, uno de los objetivos de UNASUR y de la creación de su banco.
Aparte de ello, y a iniciativa del presidente venezolano Hugo Chávez, se están abriendo contactos con países de otras latitudes del mundo que igualmente están buscando liberarse de los dominios imperiales.
El presidente Chávez está empujando esas alianzas, y para ello realizó una gira por naciones de Arabia, del Asia y de Europa del Este, con resultados extraordinarios.
Naciones árabes se han inquietado por hacer acuerdos con países sudamericanos y del Caribe, y de allí se pueden fortalecer nexos comerciales y de desarrollo industrial que se desmarcarían claramente, del dominio de Estados Unidos o Europa.
En su contacto con el gobierno de China, el presidente Chávez hasta discutió la creación de otra moneda internacional, que ya no sería el dólar, para manejar las relaciones comerciales.
China, al parecer, se halla en ese plan desde hace ya bastante tiempo.
De estos contactos y de esos acuerdos entre naciones latinoamericanas con países árabes, asiáticos o africanos está, pues, naciendo otro mundo que ha de ir desplazando, paulatinamente, el predominio de las potencias capitalistas.
Será un desplazamiento que se acelerará con el tiempo, porque el sistema capitalista se está cayendo y no parece que vaya a recuperarse a pesar de las monstruosas inyecciones económicas con las que se quiere pararlo.
Aun cuando tratan desesperadamente de salvarlo, sometiéndolo a una terapia intensiva y a un tratamiento que representa un tremendo costo, el mundo antiguo, aquel marcado por la más ortodoxa lógica capitalista y que tenía su cumbre en la globalización neoliberal, está muriendo y, paralelamente, está naciendo otro mundo, más justo y solidario, que ya no se ha de regir por el dogma del libre mercado que se pretendía universalizar.
El grupo de los G 20, los 20 países que han venido impulsando el neoliberalismo, se reunió hace poco en Londres, Inglaterra, y aprobó un plan de recuperación y reforma global, con la que intenta enfrentar la monstruosa crisis económica y financiera que afecta al planeta.
Ese plan contempla, entre otras cosas, la creación inmediata de un fondo de un billón de dólares, o sea un millón de millones de dólares, para apoyar a naciones en dificultades económicas que, a no dudarlo, han de ser muchísimas.
Hasta el año 2010 el dinero que se invertirá para el rescate financiero internacional alcanzará a la fabulosa cantidad de cinco billones de dólares, o sea cinco millones de millones de dólares.
Dentro de las medidas se considera una inversión de 250.000 millones de dólares para relanzar el comercio mundial y de las exportaciones que, según cálculos de organismos internacionales, sufrirá una caída de un 10 % en la presente gestión.
Considerando que la crisis internacional tiene, entre sus causas, la libertad absoluta con que operaron las instituciones financieras, las cuales aprovecharon esa libertad para deslizarse por el fácil camino de la corrupción, ahora se determinó ponerles algunas suaves medidas de control. exigiéndoles que sean más transparentes en sus operaciones.
El plan del G 20 consideró el levantamiento, en alguna medida, del secreto bancario que, hasta el presente, se cuidó con un extraordinario celo, porque permitía la acumulación extraordinaria de dinero en determinadas entidades bancarias que, a su vez, eran pilar de los sistemas económicos de sus países.
Otras medidas adicionales adoptadas en la reunión de Londres, determinan que el Fondo Monetario Internacional venda algunas reservas de oro para dar créditos a los países pobres, y que las naciones se comprometan a no poner barreras nuevas a sus importaciones.
Como puede observarse, el tremendo plan de recuperación y reforma global aprobado por el G 20, es más, pero mucho más, de lo mismo que, en última medida, llevó a la crisis monstruosa que ahora aflige al mundo.
La crisis internacional fue originada por la lógica capitalista con la que se manejó la economía mundial y ahora, para salvarla, se vuelve a insistir en medidas también capitalistas.
Fue originada por el mal funcionamiento y por la quiebra de bancos y entidades financieras y ahora, para encararla, y como un premio por su dañina gestión, se vuelve a entregar fondos multimillonarios a esos bancos y entidades financieras.
Se trata, en resumen, de encontrar soluciones dentro del sistema que originó la crisis, y no de modificarlo como hubiera sido lo más correcto y conveniente.
Ahora bien, frente a esas medidas, cuyos efectos positivos no se pueden garantizar, existen iniciativas que están buscando soluciones por otra vía.
Una vía que rompe con el capitalismo tradicional, y que pretende construir otra economía basada en principios de solidaridad y mayor equidad entre las naciones.
Esas iniciativas están siendo impulsadas, en América Latina, por naciones como Venezuela, Argentina, Cuba, Chile, Ecuador, Bolivia y hasta Brasil, además de otras, que conformaron la Unión de Naciones del Sur.
Dentro de UNASUR, se ha puesto en marcha la creación del Banco del Sur que permitirá que los países se libren, por ejemplo de entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo BID, el Banco Mundial u otros, para acceder a recursos con los que puedan encarar programas de desarrollo.
El BID y el Banco Mundial, lo mismo que el Fondo Monetario Internacional, fueron organismos que se movieron bajo los dictados de los Estados Unidos y que tradicionalmente condicionaron sus créditos al cumplimiento de ajustes económicos impuestos por la potencia del norte,
Sacudirse ese sometimiento y buscar un desarrollo independiente del imperio es, pues, uno de los objetivos de UNASUR y de la creación de su banco.
Aparte de ello, y a iniciativa del presidente venezolano Hugo Chávez, se están abriendo contactos con países de otras latitudes del mundo que igualmente están buscando liberarse de los dominios imperiales.
El presidente Chávez está empujando esas alianzas, y para ello realizó una gira por naciones de Arabia, del Asia y de Europa del Este, con resultados extraordinarios.
Naciones árabes se han inquietado por hacer acuerdos con países sudamericanos y del Caribe, y de allí se pueden fortalecer nexos comerciales y de desarrollo industrial que se desmarcarían claramente, del dominio de Estados Unidos o Europa.
En su contacto con el gobierno de China, el presidente Chávez hasta discutió la creación de otra moneda internacional, que ya no sería el dólar, para manejar las relaciones comerciales.
China, al parecer, se halla en ese plan desde hace ya bastante tiempo.
De estos contactos y de esos acuerdos entre naciones latinoamericanas con países árabes, asiáticos o africanos está, pues, naciendo otro mundo que ha de ir desplazando, paulatinamente, el predominio de las potencias capitalistas.
Será un desplazamiento que se acelerará con el tiempo, porque el sistema capitalista se está cayendo y no parece que vaya a recuperarse a pesar de las monstruosas inyecciones económicas con las que se quiere pararlo.
Más sobre los comentarios superficiales del Cardenal Terrazas
Habló el Cardenal en días pasados, y dijo varias cosas que registró la prensa.
En una de esas declaraciones expresó que en nuestro país “los problemas son muchos, las dificultades se multiplican, hay desaliento en lo social, hay desesperanza de cambios profundos y verdaderos, se han multiplicado los espacios donde Dios no está, se prefiere archivar a Dios, a este Dios nuestro, de nuestra fe”.
Mirando superficialmente se podría entender que el Cardenal Julio Terrazas tiene una genuina preocupación por lo que pasa en Bolivia pero, observando con más cuidado, las palabras del Cardenal son, en un sentido obvias y, en otro sentido, inexactas, pues no reflejan la realidad de lo que ocurre en Bolivia.
Los problemas son muchos, dice el Cardenal, y con ello no está descubriendo nada, porque es evidente que los problemas son muchos.
Es más, siempre fueron muchos, demasiados y en ningún momento del pasado se hicieron esfuerzos por encararlos.
Problemas concretos que sufrían las familias, que tenían su raíz básicamente en la pobreza, y problemas estructurales, donde se encontraban las causas de esa pobreza.
Problemas de grupos de gran poder económico, grupos oligárquicos entronizados en los gobiernos, que gobernaban para sí mismo, y que usufructuaban del trabajo ajeno, quitándole a los pobres el pedazo de pan que les pertenecía.
Problemas de injusticia de toda una nación servil al imperio por acción de los políticos neoliberales que, voluntariamente, se ponían a su servicio.
Esos eran los problemas esenciales de Bolivia, y eran muchos evidentemente.
Pero ocurre que ahora, por primera vez, se están haciendo esfuerzos por encararlos y superarlos, empezando por lo esencial, que es velar por la soberanía boliviana, buscándole a la Patria un camino de dignidad y autonomía como nunca antes lo tuvo.
El Cardenal, entonces, en lugar de quedarse en lo obvio, que es señalar que los problemas en Bolivia son muchos, debería referirse a ese esfuerzo de dignidad e independencia, que permitió la recuperación de recursos estratégicos, como los hidrocarburos, con los cuales se puede, realmente, planificar un verdadero desarrollo para Bolivia.
Las dificultades se multiplican dice el cardenal pero, ¡claro!, ¿cómo no se van a multiplicar si hay sectores privilegiados que no quieren perder sus privilegios?
¿Cómo no se van a multiplicar las dificultades si las iniciativas para impulsar al país hacia mejores horizontes, son bloqueadas sin misericordia, y de manera sistemática, por los que manejaron la Patria dentro de un modelo de extremada injusticia como fue el neoliberalismo, y que ahora demostró su inviabilidad con la crisis que enfrenta el mundo?
Las dificultades se multiplican, y seguirán multiplicándose en un futuro inmediato y mediato, porque la crisis internacional, crisis del capitalismo, llegará con sus efectos nocivos a todas las naciones del mundo, y como Bolivia es parte del mundo, no tendrá más remedio que soportarlos.
Lo importante, sin embargo es que ahora, al haberse recuperado los hidrocarburos, Bolivia estará en mejores condiciones para encarar la crisis de lo que hubiera estado antes, cuando los políticos neoliberales dominaban la política.
En lugar de limitarse a decir que las dificultades se multiplican, el Cardenal debería ahondar en esta situación, para hacer comentarios más acertados.
Hay desaliento en lo social, dijo el Cardenal, y en ello simplemente anduvo equivocado, porque si existen sectores que no están desalentados en nuestro país, son los sectores sociales.
Porque esos sectores, merced a los cambios que propone la nueva Constitución Política del Estado, entienden que ahora sí, por fin, después de décadas y hasta siglos de opresión, se les abre como nunca un futuro de progreso y desarrollo.
Campesinos y gente de las naciones originarias accederán a tierras y territorios y gozarán de un apoyo estatal permanente, para constituirse en actores centrales de la economía boliviana.
Una economía que buscará el bienestar del ser humano, particularmente de los más pobres, y que no privilegiará el capital de los ricos, como sucedía antes.
Las organizaciones sociales, los pueblos originarios, la mayoría de los bolivianos, se hallan muy alentados por lo que ocurre en Bolivia, de modo que el Cardenal Julio Terrazas anda desubicado cuando cree que cunde el desaliento.
Y si no lo cree, que pregunte a las propias organizaciones sociales, que mantienen su apoyo incondicional al cambio.
Hay desesperación de cambios profundos y verdaderos, dijo luego el Cardenal Terrazas y aquí habría que preguntarle si no ha leído la nueva Constitución Política del Estado.
Porque si la hubiera leído entendería que allí están plasmados los cambios más profundos que el país podría esperar.
Cambios que, de concretarse sin los obstáculos actuales, harán de Bolivia una nueva nación, mucho más digna, justa y soberana de la que tuvimos desde su fundación.
Por último el Cardenal dijo que se está pretendiendo archivar a Dios en nuestro país, y ello sí que es una simple tontería.
Porque Dios está en el espíritu del pueblo, muy vivo y vigente, y de allí nadie lo moverá.
Y el corazón del pueblo no es un archivo sino un cálido lugar que clama por la justicia social
En una de esas declaraciones expresó que en nuestro país “los problemas son muchos, las dificultades se multiplican, hay desaliento en lo social, hay desesperanza de cambios profundos y verdaderos, se han multiplicado los espacios donde Dios no está, se prefiere archivar a Dios, a este Dios nuestro, de nuestra fe”.
Mirando superficialmente se podría entender que el Cardenal Julio Terrazas tiene una genuina preocupación por lo que pasa en Bolivia pero, observando con más cuidado, las palabras del Cardenal son, en un sentido obvias y, en otro sentido, inexactas, pues no reflejan la realidad de lo que ocurre en Bolivia.
Los problemas son muchos, dice el Cardenal, y con ello no está descubriendo nada, porque es evidente que los problemas son muchos.
Es más, siempre fueron muchos, demasiados y en ningún momento del pasado se hicieron esfuerzos por encararlos.
Problemas concretos que sufrían las familias, que tenían su raíz básicamente en la pobreza, y problemas estructurales, donde se encontraban las causas de esa pobreza.
Problemas de grupos de gran poder económico, grupos oligárquicos entronizados en los gobiernos, que gobernaban para sí mismo, y que usufructuaban del trabajo ajeno, quitándole a los pobres el pedazo de pan que les pertenecía.
Problemas de injusticia de toda una nación servil al imperio por acción de los políticos neoliberales que, voluntariamente, se ponían a su servicio.
Esos eran los problemas esenciales de Bolivia, y eran muchos evidentemente.
Pero ocurre que ahora, por primera vez, se están haciendo esfuerzos por encararlos y superarlos, empezando por lo esencial, que es velar por la soberanía boliviana, buscándole a la Patria un camino de dignidad y autonomía como nunca antes lo tuvo.
El Cardenal, entonces, en lugar de quedarse en lo obvio, que es señalar que los problemas en Bolivia son muchos, debería referirse a ese esfuerzo de dignidad e independencia, que permitió la recuperación de recursos estratégicos, como los hidrocarburos, con los cuales se puede, realmente, planificar un verdadero desarrollo para Bolivia.
Las dificultades se multiplican dice el cardenal pero, ¡claro!, ¿cómo no se van a multiplicar si hay sectores privilegiados que no quieren perder sus privilegios?
¿Cómo no se van a multiplicar las dificultades si las iniciativas para impulsar al país hacia mejores horizontes, son bloqueadas sin misericordia, y de manera sistemática, por los que manejaron la Patria dentro de un modelo de extremada injusticia como fue el neoliberalismo, y que ahora demostró su inviabilidad con la crisis que enfrenta el mundo?
Las dificultades se multiplican, y seguirán multiplicándose en un futuro inmediato y mediato, porque la crisis internacional, crisis del capitalismo, llegará con sus efectos nocivos a todas las naciones del mundo, y como Bolivia es parte del mundo, no tendrá más remedio que soportarlos.
Lo importante, sin embargo es que ahora, al haberse recuperado los hidrocarburos, Bolivia estará en mejores condiciones para encarar la crisis de lo que hubiera estado antes, cuando los políticos neoliberales dominaban la política.
En lugar de limitarse a decir que las dificultades se multiplican, el Cardenal debería ahondar en esta situación, para hacer comentarios más acertados.
Hay desaliento en lo social, dijo el Cardenal, y en ello simplemente anduvo equivocado, porque si existen sectores que no están desalentados en nuestro país, son los sectores sociales.
Porque esos sectores, merced a los cambios que propone la nueva Constitución Política del Estado, entienden que ahora sí, por fin, después de décadas y hasta siglos de opresión, se les abre como nunca un futuro de progreso y desarrollo.
Campesinos y gente de las naciones originarias accederán a tierras y territorios y gozarán de un apoyo estatal permanente, para constituirse en actores centrales de la economía boliviana.
Una economía que buscará el bienestar del ser humano, particularmente de los más pobres, y que no privilegiará el capital de los ricos, como sucedía antes.
Las organizaciones sociales, los pueblos originarios, la mayoría de los bolivianos, se hallan muy alentados por lo que ocurre en Bolivia, de modo que el Cardenal Julio Terrazas anda desubicado cuando cree que cunde el desaliento.
Y si no lo cree, que pregunte a las propias organizaciones sociales, que mantienen su apoyo incondicional al cambio.
Hay desesperación de cambios profundos y verdaderos, dijo luego el Cardenal Terrazas y aquí habría que preguntarle si no ha leído la nueva Constitución Política del Estado.
Porque si la hubiera leído entendería que allí están plasmados los cambios más profundos que el país podría esperar.
Cambios que, de concretarse sin los obstáculos actuales, harán de Bolivia una nueva nación, mucho más digna, justa y soberana de la que tuvimos desde su fundación.
Por último el Cardenal dijo que se está pretendiendo archivar a Dios en nuestro país, y ello sí que es una simple tontería.
Porque Dios está en el espíritu del pueblo, muy vivo y vigente, y de allí nadie lo moverá.
Y el corazón del pueblo no es un archivo sino un cálido lugar que clama por la justicia social
¡Qué tremenda mugre, la de la justicia boliviana!
¡Y después dicen que la justicia no es corrupta!
Branco Marinkovic, ex presidente del comité cívico de Santa Cruz, alterando y falseando documentos, se apropió ilegalmente de tierras en la provincia Guarayos del departamento de Santa Cruz, las cuales incluían hasta una laguna, la laguna Corazón, que era parte de una reserva fiscal.
Por ese delito fue imputado por el viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, en julio del año 2007, y ahora enfrenta un juicio que se halla en una fase adelantada.
Ocurrió, sin embargo, que la familia del indicado Marinkovic se sintió agraviada por declaraciones del indicado viceministro, y decidió contra atacar con otro proceso legal por calumnias, injurias y difamaciones.
El asunto quedó en manos del juez Alain Núñez quien, por ser también miembro del comité cívico cruceño, y amigo de Marinkovic, obró con celeridad y lo convocó a prestar declaraciones, y como Almaraz no acudió, ahora libró orden de aprehensión contra él.
Resultó pues que, por investigar, aclarar y detener un presunto robo de tierras al Estado, el viceministro Almaraz terminó siendo perseguido y, si se cumple la orden del juez, hasta podría ser detenido.
Un asunto por demás extraño donde, por acción irregular de la justicia, unos presuntos ladrones de tierras terminan enjuiciando a los que defienden los intereses del Estado.
En otro caso conocido recientemente, el ex prefecto de La Paz, Alberto “Chito” Valle, volvió a tomar el pelo a la justicia, desapareciendo cuando se conoció una orden de captura en su contra.
El señalado ex prefecto, yerno del fallecido ex presidente Hugo Bánzer Suárez, es acusado de haber ocasionado al Estado una pérdida de más de 7 millones de dólares, en los casos conocidos como “Chitocasas”, “Chitochatarra” y “Chitoalcoba”.
Eso ocurrió entre los años 1997 y 1998, pero desde entonces pasaron diez años y los procesos a los que se lo sometió quedaron perfectamente estancados por la acción dilatoria de varios jueces que vieron su asunto.
Entre esos jueces, que claramente favorecieron a “Chito” Valle, se encuentran Rosario Canedo. Elena Lowenthal y Oswaldo Fong. Miembros de la Corte Suprema de Justicia.
Alberto “!Chito” Valle, debe recordarse, fue recluido en la cárcel de San Pedro, el año 2006, pero salió en libertad casi inmediatamente de ser detenido y, según se conoce, el responsable de su rápida liberación fue el propio presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eddy Fernández.
Este juez Fernández fue imputado, justamente, por retardación de justicia y omisión de responsabilidades, por la comisión de justicia de la Cámara de Diputados, proceso que se halla en curso.
Y es que, además de “Chito” Valle, otros casos notoriamente dilatados en el máximo tribunal de justicia del país, fueron los de Tonchy Marinkovic, ex ministro de Salud durante el gobierno de Jaime Paz Zamora, acusado de un negociado con vacunas, y el de Gonzalo Sánchez de Lozada, acusado de genocidio por los hechos de octubre del año 2003.
El asunto de Marinkovic se retardó tanto que al final prescribió, y el de Sánchez de Lozada parece que se lo busca también extinguir, a juzgar por los mil recursos a los que se va dando paso.
En resumen que el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eddy Fernández, parece nomás que va pagando favores a los que lo eligieron para su cargo, políticos de los partidos neoliberales.
Ahora, lo irrisorio, lo escandaloso es que este juez Fernández, se atrevió a declarar que la justicia boliviana ¡es víctima de agravios e infamias, de parte de personas que quieren mancillarla!
Quejumbroso, poniendo una cara de lástima, el señalado juez Fernández, dijo que el poder judicial está sufriendo de atropellos y de la vulneración de principios fundamentales.
También reivindicó la independencia y autonomía del poder judicial pero, a continuación, apareció muy del brazo de miembros del comité cívico de Sucre, participando en marchas y actos políticos organizados por dicho comité.
Una sarta de barbaridades, de incoherencias, de abusos, de actos irregulares, realizados sin empacho por jueces como Alain Núñez de Santa Cruz, Rosario Canedo, Elena Lowenthal y Oswaldo Fong, y el mismo Eddy Fernández de Sucre, además de varios otros que obran en el país, que nos muestran el altísimo grado de podredumbre al que ha llegado la justicia boliviana.
Pero la gente sabe que esto es así, y que no va a cambiar, porque los operadores de la justicia son parte de la cultura de corrupción que envolvió al país desde mucho atrás en el pasado, y que aun se sigue manifestando con graves escándalos en el presente.
¿Qué queda, pues, por hacer para cambiar esta situación?
Barrer con toda la justicia y conformar otra bajo las nuevas reglas de la Constitución Política del Estado.
Donde los jueces y magistrados sean elegidos por voto popular, y ya no respondan a los políticos de turno, y donde deban rindan cuentas a un estricto control social conformado por los ciudadanos.
Quien sabe así la cosa cambiará.
Entretanto la justicia actual, sigue quedando como la institución más corrupta de toda la historia boliviana.
¡Una verdadera vergüenza!
Branco Marinkovic, ex presidente del comité cívico de Santa Cruz, alterando y falseando documentos, se apropió ilegalmente de tierras en la provincia Guarayos del departamento de Santa Cruz, las cuales incluían hasta una laguna, la laguna Corazón, que era parte de una reserva fiscal.
Por ese delito fue imputado por el viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, en julio del año 2007, y ahora enfrenta un juicio que se halla en una fase adelantada.
Ocurrió, sin embargo, que la familia del indicado Marinkovic se sintió agraviada por declaraciones del indicado viceministro, y decidió contra atacar con otro proceso legal por calumnias, injurias y difamaciones.
El asunto quedó en manos del juez Alain Núñez quien, por ser también miembro del comité cívico cruceño, y amigo de Marinkovic, obró con celeridad y lo convocó a prestar declaraciones, y como Almaraz no acudió, ahora libró orden de aprehensión contra él.
Resultó pues que, por investigar, aclarar y detener un presunto robo de tierras al Estado, el viceministro Almaraz terminó siendo perseguido y, si se cumple la orden del juez, hasta podría ser detenido.
Un asunto por demás extraño donde, por acción irregular de la justicia, unos presuntos ladrones de tierras terminan enjuiciando a los que defienden los intereses del Estado.
En otro caso conocido recientemente, el ex prefecto de La Paz, Alberto “Chito” Valle, volvió a tomar el pelo a la justicia, desapareciendo cuando se conoció una orden de captura en su contra.
El señalado ex prefecto, yerno del fallecido ex presidente Hugo Bánzer Suárez, es acusado de haber ocasionado al Estado una pérdida de más de 7 millones de dólares, en los casos conocidos como “Chitocasas”, “Chitochatarra” y “Chitoalcoba”.
Eso ocurrió entre los años 1997 y 1998, pero desde entonces pasaron diez años y los procesos a los que se lo sometió quedaron perfectamente estancados por la acción dilatoria de varios jueces que vieron su asunto.
Entre esos jueces, que claramente favorecieron a “Chito” Valle, se encuentran Rosario Canedo. Elena Lowenthal y Oswaldo Fong. Miembros de la Corte Suprema de Justicia.
Alberto “!Chito” Valle, debe recordarse, fue recluido en la cárcel de San Pedro, el año 2006, pero salió en libertad casi inmediatamente de ser detenido y, según se conoce, el responsable de su rápida liberación fue el propio presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eddy Fernández.
Este juez Fernández fue imputado, justamente, por retardación de justicia y omisión de responsabilidades, por la comisión de justicia de la Cámara de Diputados, proceso que se halla en curso.
Y es que, además de “Chito” Valle, otros casos notoriamente dilatados en el máximo tribunal de justicia del país, fueron los de Tonchy Marinkovic, ex ministro de Salud durante el gobierno de Jaime Paz Zamora, acusado de un negociado con vacunas, y el de Gonzalo Sánchez de Lozada, acusado de genocidio por los hechos de octubre del año 2003.
El asunto de Marinkovic se retardó tanto que al final prescribió, y el de Sánchez de Lozada parece que se lo busca también extinguir, a juzgar por los mil recursos a los que se va dando paso.
En resumen que el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eddy Fernández, parece nomás que va pagando favores a los que lo eligieron para su cargo, políticos de los partidos neoliberales.
Ahora, lo irrisorio, lo escandaloso es que este juez Fernández, se atrevió a declarar que la justicia boliviana ¡es víctima de agravios e infamias, de parte de personas que quieren mancillarla!
Quejumbroso, poniendo una cara de lástima, el señalado juez Fernández, dijo que el poder judicial está sufriendo de atropellos y de la vulneración de principios fundamentales.
También reivindicó la independencia y autonomía del poder judicial pero, a continuación, apareció muy del brazo de miembros del comité cívico de Sucre, participando en marchas y actos políticos organizados por dicho comité.
Una sarta de barbaridades, de incoherencias, de abusos, de actos irregulares, realizados sin empacho por jueces como Alain Núñez de Santa Cruz, Rosario Canedo, Elena Lowenthal y Oswaldo Fong, y el mismo Eddy Fernández de Sucre, además de varios otros que obran en el país, que nos muestran el altísimo grado de podredumbre al que ha llegado la justicia boliviana.
Pero la gente sabe que esto es así, y que no va a cambiar, porque los operadores de la justicia son parte de la cultura de corrupción que envolvió al país desde mucho atrás en el pasado, y que aun se sigue manifestando con graves escándalos en el presente.
¿Qué queda, pues, por hacer para cambiar esta situación?
Barrer con toda la justicia y conformar otra bajo las nuevas reglas de la Constitución Política del Estado.
Donde los jueces y magistrados sean elegidos por voto popular, y ya no respondan a los políticos de turno, y donde deban rindan cuentas a un estricto control social conformado por los ciudadanos.
Quien sabe así la cosa cambiará.
Entretanto la justicia actual, sigue quedando como la institución más corrupta de toda la historia boliviana.
¡Una verdadera vergüenza!
Conclusiones del Foro Social Mundial de Belem do Pará, Brasil
Otro mundo es posible, volvieron a decir los representantes de organizaciones y entidades que concurrieron al Foro Social Mundial que se desarrolló en la ciudad de Belem do Pará, en el Brasil.
El documento de conclusiones emitido en este encuentro habla de posturas y medidas anti capitalistas, anti racistas, anti imperialistas, feministas, ecológicas y socialistas, que se deben adoptar si de verdad se pretende enfrentar la crisis que vive la humanidad.
El documento en cuestión, de mucha importancia por su contenido, dice lo siguiente:
“Estamos en América Latina donde en las últimas décadas se ha dado el reencuentro entre los movimientos sociales y los movimientos indígenas que desde su cosmovisión cuestionan radicalmente el sistema capitalista y, en los últimos años, ha conocido luchas sociales muy radicales que condujeron al derrocamiento de gobiernos neoliberales y al surgimiento de gobiernos que han llevado a cabo reformas positivas como la nacionalización de sectores vitales de la economía y reformas constitucionales democráticas.
En este contexto, los movimientos sociales de América Latina han actuado de manera positiva y han apoyado las medidas adoptadas por los gobiernos, manteniendo su independencia y su capacidad de crítica en relación a ellos.
Esas experiencias nos ayudarán a reforzar la firme resistencia de los pueblos contra la política de los gobiernos, de las grandes expresas, y los banqueros que están descargando los efectos de esta crisis sobre las espaldas de las y los oprimidos.
En este camino tenemos que luchar, impulsando la más amplia movilización popular, por una serie de medidas urgentes como las siguientes:
La nacionalización de la banca sin indemnización y bajo control social.
Reducción del tiempo de trabajo sin reducción del salario.
Medidas para garantizar la soberanía alimentaria y energética.
Medidas para poner fin a las guerras, retirar las tropas de ocupación y desmantelar las bases militares extranjeras.
Reconocer la soberanía y autonomía de los pueblos, garantizando el derecho a la autodeterminación.
Reclamar por el derecho a la tierra, territorio, trabajo, salud y educación para todos y todas.
Democratizar los medios de comunicación y de conocimiento.
El proceso de mancipación social que persigue el proyecto ecologista, feminista y socialista del siglo 21, aspira a liberar a la sociedad de la dominación que ejercen los capitalistas sobre los grandes medios de producción, comunicación y servicios, apoyando formas de propiedad de interés social, pequeña propiedad territorial familiar, propiedad pública, propiedad cooperativa, propiedad comunal y colectiva.
Esta alternativa debe ser feminista porque resulta imposible construir una sociedad basada en la justicia social y la igualdad de derechos si la mitad de la humanidad es oprimida y explotada.
Por últimos nos comprometemos a enriquecer el proceso de construcción de la sociedad basada en el “buen vivir” reconociendo el protagonismo y la aportación de los pueblos indígenas.
Los movimientos sociales estamos ante una ocasión histórica para desarrollar iniciativas de emancipación a escala internacional.
Sólo la lucha social de masas puede sacar al pueblo de la crisis.
Para impulsarla es necesario desarrollar un trabajo de base de toma de conciencia y movilización.
El desafío para los movimientos sociales es lograr la convergencia de las movilizaciones globales a escala planetaria y reforzar nuestra capacidad de acción favoreciendo la convergencia de todos los movimientos que buscan resistir todas las formas de opresión y explotación.
Para ello nos comprometemos a desarrollar una acción contra el capitalismo y la guerra en los primeros días del mes de abril.
Solidaridad con el pueblo palestino impulsando el boicot, las desinversiones y sanciones contra Israel.
Fortalecer las movilizaciones que desarrollamos anualmente como el 8 de marzo, Día internacional de la Mujer.
17 de abril Día Internacional por la Soberanía Alimentaría.
1º de Mayo Día Internacional de los Trabajadores y de las Trabajadoras.
12 de octubre, movilización de lucha por la madre Tierra contra la colonización y la mercantilización de la vida.
Impulsar las acciones de resistencia contra la Cumbre del G-8 en Cerdeña, la Cumbre Climática en Copenhague, la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago.
Respondemos a la crisis con soluciones radicales e iniciativas emancipadoras.
Esta vergonzosa impunidad debe terminar.
Los movimientos sociales reafirman aquí su activo sostén a la lucha del pueblo palestino, así como todas las acciones de los pueblos del mundo contra la opresión”.
Ese el importante documento elaborado en el Foro Social Mundial de Belem do Pará, Brasil.
El documento de conclusiones emitido en este encuentro habla de posturas y medidas anti capitalistas, anti racistas, anti imperialistas, feministas, ecológicas y socialistas, que se deben adoptar si de verdad se pretende enfrentar la crisis que vive la humanidad.
El documento en cuestión, de mucha importancia por su contenido, dice lo siguiente:
“Estamos en América Latina donde en las últimas décadas se ha dado el reencuentro entre los movimientos sociales y los movimientos indígenas que desde su cosmovisión cuestionan radicalmente el sistema capitalista y, en los últimos años, ha conocido luchas sociales muy radicales que condujeron al derrocamiento de gobiernos neoliberales y al surgimiento de gobiernos que han llevado a cabo reformas positivas como la nacionalización de sectores vitales de la economía y reformas constitucionales democráticas.
En este contexto, los movimientos sociales de América Latina han actuado de manera positiva y han apoyado las medidas adoptadas por los gobiernos, manteniendo su independencia y su capacidad de crítica en relación a ellos.
Esas experiencias nos ayudarán a reforzar la firme resistencia de los pueblos contra la política de los gobiernos, de las grandes expresas, y los banqueros que están descargando los efectos de esta crisis sobre las espaldas de las y los oprimidos.
En este camino tenemos que luchar, impulsando la más amplia movilización popular, por una serie de medidas urgentes como las siguientes:
La nacionalización de la banca sin indemnización y bajo control social.
Reducción del tiempo de trabajo sin reducción del salario.
Medidas para garantizar la soberanía alimentaria y energética.
Medidas para poner fin a las guerras, retirar las tropas de ocupación y desmantelar las bases militares extranjeras.
Reconocer la soberanía y autonomía de los pueblos, garantizando el derecho a la autodeterminación.
Reclamar por el derecho a la tierra, territorio, trabajo, salud y educación para todos y todas.
Democratizar los medios de comunicación y de conocimiento.
El proceso de mancipación social que persigue el proyecto ecologista, feminista y socialista del siglo 21, aspira a liberar a la sociedad de la dominación que ejercen los capitalistas sobre los grandes medios de producción, comunicación y servicios, apoyando formas de propiedad de interés social, pequeña propiedad territorial familiar, propiedad pública, propiedad cooperativa, propiedad comunal y colectiva.
Esta alternativa debe ser feminista porque resulta imposible construir una sociedad basada en la justicia social y la igualdad de derechos si la mitad de la humanidad es oprimida y explotada.
Por últimos nos comprometemos a enriquecer el proceso de construcción de la sociedad basada en el “buen vivir” reconociendo el protagonismo y la aportación de los pueblos indígenas.
Los movimientos sociales estamos ante una ocasión histórica para desarrollar iniciativas de emancipación a escala internacional.
Sólo la lucha social de masas puede sacar al pueblo de la crisis.
Para impulsarla es necesario desarrollar un trabajo de base de toma de conciencia y movilización.
El desafío para los movimientos sociales es lograr la convergencia de las movilizaciones globales a escala planetaria y reforzar nuestra capacidad de acción favoreciendo la convergencia de todos los movimientos que buscan resistir todas las formas de opresión y explotación.
Para ello nos comprometemos a desarrollar una acción contra el capitalismo y la guerra en los primeros días del mes de abril.
Solidaridad con el pueblo palestino impulsando el boicot, las desinversiones y sanciones contra Israel.
Fortalecer las movilizaciones que desarrollamos anualmente como el 8 de marzo, Día internacional de la Mujer.
17 de abril Día Internacional por la Soberanía Alimentaría.
1º de Mayo Día Internacional de los Trabajadores y de las Trabajadoras.
12 de octubre, movilización de lucha por la madre Tierra contra la colonización y la mercantilización de la vida.
Impulsar las acciones de resistencia contra la Cumbre del G-8 en Cerdeña, la Cumbre Climática en Copenhague, la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago.
Respondemos a la crisis con soluciones radicales e iniciativas emancipadoras.
Esta vergonzosa impunidad debe terminar.
Los movimientos sociales reafirman aquí su activo sostén a la lucha del pueblo palestino, así como todas las acciones de los pueblos del mundo contra la opresión”.
Ese el importante documento elaborado en el Foro Social Mundial de Belem do Pará, Brasil.
Otra metida de pata del Cardenal
“Se han multiplicado los espacios donde Dios no está, se prefiere archivar a Dios, a este Dios nuestro, de nuestra fe”.
Eso dijo el cardenal Julio Terrazas, en su homilía del domingo 5 de abril pasado, y esas son palabras que, con seguridad, no corresponden a la verdad.
Porque por ningún lado se ve el afán de nadie de pretender archivar a Dios.
Dios es parte indivisible, fundamental, entrañable del espíritu nacional
Dios está en las oraciones de los bolivianos.
Está en las ceremonias religiosas a las cuales el pueblo concurre y está en los hogares representado de muchas formas.
¿De dónde, entonces, el Cardenal se habrá sacado esa idea de que alguien quiere archivar a Dios en nuestro país?
Es cierto que la religión católica no es más la religión oficial del Estado boliviano, pero eso no es malo.
Por el contrario, es una cosa positiva, porque de ese modo se resarce una antigua injusticia, como era la de privilegiar a la religión católica sobre otras religiones cristianas o no cristianas, que también tienen su derecho a contar con un lugar en el marco de las creencias de los bolivianos.
La nueva Constitución Política del Estado garantiza y respeta la plena libertad de cultos y creencias y, de ese modo, está reconociendo el lugar supremo que debe tener Dios en la vida de la comunidad boliviana.
Dios, entonces, no está siendo archivado por nadie, y eso se observará nítidamente, en lo que se refiere a la religión católica, en los actos religiosos de la Semana Santa donde, como de costumbre, el pueblo se volcará con toda su fe, con todo su amor por el Cristo que entregó su vida por los pecados de la humanidad.
Ya, el domingo 5 de abril, las iglesias católicas estuvieron rebosantes de fieles que adquirieron e hicieron bendecir sus palmas, rememorando la entrada triunfal, sobre un asno, de Jesús en Jerusalén.
Y ya los fieles se preparan para las procesiones y para los rituales que rememoran el drama del Calvario.
Observando esa concurrencia, cargada de fe, el Cardenal se dará cuenta de que Dios no está archivado, de ninguna manera, sino que está vivo, presente, en el alma del pueblo.
Pero, claro, decir que a Dios se lo está archivando, es poner la inquina contra alguien, y ese no es precisamente, un sentimiento cristiano.
El Cristianismo, según todo conocemos, es una religión que, por encima de todo, después del amor a Dios, promueve el amor al prójimo.
Eso implica comprenderlo, hasta en sus errores, y no incitar contra él sentimientos de rencor de ninguna clase, ni menos decir mentiras.
¿Quién o quiénes están archivando a Dios?
El Cardenal no lo dijo directamente, pero con sus palabras se refirió a las personas, que hoy conducen el gobierno, y esa fue una actitud claramente política.
Ahora, al ponerse nuevamente contra el gobierno, el Cardenal se puso del lado de la oposición, y esa es otra postura política que no va a tono con el rol de un Cardenal.
Ya en anteriores ocasiones, particularmente en el referendo revocatorio, los sectores de oposición se esmeraron en usar la religión en sus campañas políticas.
En grotescos videos, tratando de manipular la fe del pueblo, llegaron a decir que votar por Evo Morales era votar contra Dios, y que si Evo Morales ganaba, la religión sería suprimida.
Pero esa ridícula forma de hacer propaganda política les salió absolutamente al revés porque el pueblo, que es mucho más inteligente que los políticos de oposición, por lo mismo votó por el presidente, y le permitió ser ratificado con un porcentaje superior al que había obtenido en la elección presidencial de diciembre del 2005.
Lo lamentable fue que se usara la imagen de Dios en fines políticos y, más aun, en fines políticos perseguidos por los grupos de la derecha que son contrarios a los sectores populares los cuales, a su vez, son los preferidos de Dios.
Ahora, de manera más sutil, menos directa, el Cardenal aparece haciendo también política, pretendiendo enardecer los ánimos de algunas personas que, ingenuamente, pueden creer que existe, de verdad, un manifiesto y malvado propósito de archivar a Dios, como si a Dios se lo pudiera archivar.
Como era de esperar, responsables del gobierno reaccionaron contra el injusto ataque y el Cardenal apareció, una vez más, como protagonista de inútiles choques que no van a tono, para nada, con el espíritu del Evangelio.
¿No habrá nadie que le asesore al Cardenal Terrazas?
Su palabra debería ir en la búsqueda de una sociedad fraterna, más humana de lo que fue hasta el momento, menos racista y menos discriminadora, una sociedad de diálogo, capaz de superar los pecados estructurales que la caracterizaron.
Pero, en lugar de ello, muchas de las palabras del Cardenal incluyen velados ataques contra el gobierno, sin entender la magnitud del cambio social, político y espiritual, que ese gobierno está promoviendo con el apoyo de la gran mayoría de la población, donde están los pobres, los favoritos de Dios.
Decir que Dios está siendo archivado en Bolivia ha sido, pues, una frase muy desafortunada del Cardenal.
Una frase que, en lugar de convocar a la unidad, ha contribuido al enfrentamiento, y ello es una actitud que no va a tono con lo que la Iglesia propone ni predica.
Sobre ello debería reflexionar el Cardenal, en estos días de Semana Santa, mirando la imagen de ese Cristo que entregó su vida preciosa por los pecados de nosotros, los seres humanos.
Eso dijo el cardenal Julio Terrazas, en su homilía del domingo 5 de abril pasado, y esas son palabras que, con seguridad, no corresponden a la verdad.
Porque por ningún lado se ve el afán de nadie de pretender archivar a Dios.
Dios es parte indivisible, fundamental, entrañable del espíritu nacional
Dios está en las oraciones de los bolivianos.
Está en las ceremonias religiosas a las cuales el pueblo concurre y está en los hogares representado de muchas formas.
¿De dónde, entonces, el Cardenal se habrá sacado esa idea de que alguien quiere archivar a Dios en nuestro país?
Es cierto que la religión católica no es más la religión oficial del Estado boliviano, pero eso no es malo.
Por el contrario, es una cosa positiva, porque de ese modo se resarce una antigua injusticia, como era la de privilegiar a la religión católica sobre otras religiones cristianas o no cristianas, que también tienen su derecho a contar con un lugar en el marco de las creencias de los bolivianos.
La nueva Constitución Política del Estado garantiza y respeta la plena libertad de cultos y creencias y, de ese modo, está reconociendo el lugar supremo que debe tener Dios en la vida de la comunidad boliviana.
Dios, entonces, no está siendo archivado por nadie, y eso se observará nítidamente, en lo que se refiere a la religión católica, en los actos religiosos de la Semana Santa donde, como de costumbre, el pueblo se volcará con toda su fe, con todo su amor por el Cristo que entregó su vida por los pecados de la humanidad.
Ya, el domingo 5 de abril, las iglesias católicas estuvieron rebosantes de fieles que adquirieron e hicieron bendecir sus palmas, rememorando la entrada triunfal, sobre un asno, de Jesús en Jerusalén.
Y ya los fieles se preparan para las procesiones y para los rituales que rememoran el drama del Calvario.
Observando esa concurrencia, cargada de fe, el Cardenal se dará cuenta de que Dios no está archivado, de ninguna manera, sino que está vivo, presente, en el alma del pueblo.
Pero, claro, decir que a Dios se lo está archivando, es poner la inquina contra alguien, y ese no es precisamente, un sentimiento cristiano.
El Cristianismo, según todo conocemos, es una religión que, por encima de todo, después del amor a Dios, promueve el amor al prójimo.
Eso implica comprenderlo, hasta en sus errores, y no incitar contra él sentimientos de rencor de ninguna clase, ni menos decir mentiras.
¿Quién o quiénes están archivando a Dios?
El Cardenal no lo dijo directamente, pero con sus palabras se refirió a las personas, que hoy conducen el gobierno, y esa fue una actitud claramente política.
Ahora, al ponerse nuevamente contra el gobierno, el Cardenal se puso del lado de la oposición, y esa es otra postura política que no va a tono con el rol de un Cardenal.
Ya en anteriores ocasiones, particularmente en el referendo revocatorio, los sectores de oposición se esmeraron en usar la religión en sus campañas políticas.
En grotescos videos, tratando de manipular la fe del pueblo, llegaron a decir que votar por Evo Morales era votar contra Dios, y que si Evo Morales ganaba, la religión sería suprimida.
Pero esa ridícula forma de hacer propaganda política les salió absolutamente al revés porque el pueblo, que es mucho más inteligente que los políticos de oposición, por lo mismo votó por el presidente, y le permitió ser ratificado con un porcentaje superior al que había obtenido en la elección presidencial de diciembre del 2005.
Lo lamentable fue que se usara la imagen de Dios en fines políticos y, más aun, en fines políticos perseguidos por los grupos de la derecha que son contrarios a los sectores populares los cuales, a su vez, son los preferidos de Dios.
Ahora, de manera más sutil, menos directa, el Cardenal aparece haciendo también política, pretendiendo enardecer los ánimos de algunas personas que, ingenuamente, pueden creer que existe, de verdad, un manifiesto y malvado propósito de archivar a Dios, como si a Dios se lo pudiera archivar.
Como era de esperar, responsables del gobierno reaccionaron contra el injusto ataque y el Cardenal apareció, una vez más, como protagonista de inútiles choques que no van a tono, para nada, con el espíritu del Evangelio.
¿No habrá nadie que le asesore al Cardenal Terrazas?
Su palabra debería ir en la búsqueda de una sociedad fraterna, más humana de lo que fue hasta el momento, menos racista y menos discriminadora, una sociedad de diálogo, capaz de superar los pecados estructurales que la caracterizaron.
Pero, en lugar de ello, muchas de las palabras del Cardenal incluyen velados ataques contra el gobierno, sin entender la magnitud del cambio social, político y espiritual, que ese gobierno está promoviendo con el apoyo de la gran mayoría de la población, donde están los pobres, los favoritos de Dios.
Decir que Dios está siendo archivado en Bolivia ha sido, pues, una frase muy desafortunada del Cardenal.
Una frase que, en lugar de convocar a la unidad, ha contribuido al enfrentamiento, y ello es una actitud que no va a tono con lo que la Iglesia propone ni predica.
Sobre ello debería reflexionar el Cardenal, en estos días de Semana Santa, mirando la imagen de ese Cristo que entregó su vida preciosa por los pecados de nosotros, los seres humanos.
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