Otro mundo es posible, volvieron a decir los representantes de organizaciones y entidades que concurrieron al Foro Social Mundial que se desarrolló en la ciudad de Belem do Pará, en el Brasil.
El documento de conclusiones emitido en este encuentro habla de posturas y medidas anti capitalistas, anti racistas, anti imperialistas, feministas, ecológicas y socialistas, que se deben adoptar si de verdad se pretende enfrentar la crisis que vive la humanidad.
El documento en cuestión, de mucha importancia por su contenido, dice lo siguiente:
“Estamos en América Latina donde en las últimas décadas se ha dado el reencuentro entre los movimientos sociales y los movimientos indígenas que desde su cosmovisión cuestionan radicalmente el sistema capitalista y, en los últimos años, ha conocido luchas sociales muy radicales que condujeron al derrocamiento de gobiernos neoliberales y al surgimiento de gobiernos que han llevado a cabo reformas positivas como la nacionalización de sectores vitales de la economía y reformas constitucionales democráticas.
En este contexto, los movimientos sociales de América Latina han actuado de manera positiva y han apoyado las medidas adoptadas por los gobiernos, manteniendo su independencia y su capacidad de crítica en relación a ellos.
Esas experiencias nos ayudarán a reforzar la firme resistencia de los pueblos contra la política de los gobiernos, de las grandes expresas, y los banqueros que están descargando los efectos de esta crisis sobre las espaldas de las y los oprimidos.
En este camino tenemos que luchar, impulsando la más amplia movilización popular, por una serie de medidas urgentes como las siguientes:
La nacionalización de la banca sin indemnización y bajo control social.
Reducción del tiempo de trabajo sin reducción del salario.
Medidas para garantizar la soberanía alimentaria y energética.
Medidas para poner fin a las guerras, retirar las tropas de ocupación y desmantelar las bases militares extranjeras.
Reconocer la soberanía y autonomía de los pueblos, garantizando el derecho a la autodeterminación.
Reclamar por el derecho a la tierra, territorio, trabajo, salud y educación para todos y todas.
Democratizar los medios de comunicación y de conocimiento.
El proceso de mancipación social que persigue el proyecto ecologista, feminista y socialista del siglo 21, aspira a liberar a la sociedad de la dominación que ejercen los capitalistas sobre los grandes medios de producción, comunicación y servicios, apoyando formas de propiedad de interés social, pequeña propiedad territorial familiar, propiedad pública, propiedad cooperativa, propiedad comunal y colectiva.
Esta alternativa debe ser feminista porque resulta imposible construir una sociedad basada en la justicia social y la igualdad de derechos si la mitad de la humanidad es oprimida y explotada.
Por últimos nos comprometemos a enriquecer el proceso de construcción de la sociedad basada en el “buen vivir” reconociendo el protagonismo y la aportación de los pueblos indígenas.
Los movimientos sociales estamos ante una ocasión histórica para desarrollar iniciativas de emancipación a escala internacional.
Sólo la lucha social de masas puede sacar al pueblo de la crisis.
Para impulsarla es necesario desarrollar un trabajo de base de toma de conciencia y movilización.
El desafío para los movimientos sociales es lograr la convergencia de las movilizaciones globales a escala planetaria y reforzar nuestra capacidad de acción favoreciendo la convergencia de todos los movimientos que buscan resistir todas las formas de opresión y explotación.
Para ello nos comprometemos a desarrollar una acción contra el capitalismo y la guerra en los primeros días del mes de abril.
Solidaridad con el pueblo palestino impulsando el boicot, las desinversiones y sanciones contra Israel.
Fortalecer las movilizaciones que desarrollamos anualmente como el 8 de marzo, Día internacional de la Mujer.
17 de abril Día Internacional por la Soberanía Alimentaría.
1º de Mayo Día Internacional de los Trabajadores y de las Trabajadoras.
12 de octubre, movilización de lucha por la madre Tierra contra la colonización y la mercantilización de la vida.
Impulsar las acciones de resistencia contra la Cumbre del G-8 en Cerdeña, la Cumbre Climática en Copenhague, la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago.
Respondemos a la crisis con soluciones radicales e iniciativas emancipadoras.
Esta vergonzosa impunidad debe terminar.
Los movimientos sociales reafirman aquí su activo sostén a la lucha del pueblo palestino, así como todas las acciones de los pueblos del mundo contra la opresión”.
Ese el importante documento elaborado en el Foro Social Mundial de Belem do Pará, Brasil.
viernes, 17 de abril de 2009
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