lunes, 3 de marzo de 2008

Las organizaciones sociales y populares del país se han cansado de la situación de incertidumbre que se advierte en el campo político...

Las organizaciones sociales y populares del país se han cansado de la situación de incertidumbre que se advierte en el campo político, y han pedido definiciones.

En un manifiesto público reclaman la aprobación del nuevo texto constitucional, y rechazan los afanes de los sectores de la oligarquía por dividir el país, originando un clima de división y enfrentamiento.

El señalado pronunciamiento dice lo siguiente: “La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia CSUTCB, la Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia, la Confederación Nacional de Gremiales de Bolivia, la Federación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia -´Bartolina Sisa, la Confederación de Maestros de la Educación Rural de Bolivia, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo CONAMAQ, la Confederación Nacional de Rentistas y Jubilados de Bolivia, la Confederación Nacional de Panificadores de Bolivia, la Confederación Indígena del Oriente Boliviano CIDOB, organizaciones de profesionales, universitarios y estudiantes y el movimiento social boliviano, ante los intentos de división que pretenden llevar adelante grupos de la oligarquía cruceña con el ilegal y anticonstitucional referéndum sobre el estatuto autonómico, resuelven:

1.- Rechazar, condenar y resistir la convocatoria al referéndum sobre el estatuto autonómico en Santa Cruz, fechado para el próximo 4 de mayo, porque lo único que pretenden imponer los sectores neoliberales, fascistas y racistas es la división, la violencia y el enfrentamiento entre bolivianos.

Nosotros apoyamos y defendemos las autonomías departamentales, regionales, provinciales e indígenas reconocidas en la nueva Constitución Política del Estado.

2.- Conminar al Congreso Nacional para que a la brevedad posible convoque a una sesión para aprobar la Ley del Referéndum Dirimidor y el Referéndum para aprobar la nueva Constitución Política del Estado con el objetivo fundamental de garantizar la unidad del país.

3.- Declarar movilización nacional y cerco al Congreso Nacional hasta que se apruebe el Referéndum Dirimitorio y el Referéndum para aprobar la nueva Constitución Política del Estado, movilizando a todas las confederaciones, federaciones departamentales y regionales, con la instrucción de movilizarse hacia la sede de gobierno.

4.- Ratificar que el único camino para encontrar soluciones concertadas en el país es la legalidad, la defensa de la Constitución y el diálogo, y no la división, la ilegalidad y la anti constitucionalidad, por tanto, los hombres y mujeres del campo y la ciudad, nos encontramos en estado de emergencia y movilización, por la defensa de la unidad y de la re fundación del país”.

Ahora, frente a este contundente pronunciamiento, los grupos de la oligarquía de Santa Cruz han ratificado su decisión de ir adelante con el referendo autonómico convocado para el próximo 4 de mayo.

El país, entonces, está llegando a un momento decisivo donde se determinará su futuro.
O predomina el nuevo texto constitucional que representa el cambio que han exigido los bolivianos, o predominan los estatutos autonómicos que significa volver al país neoliberal que sustentan los grupos de la oligarquía.

Lo cierto es que ambos documentos son incompatibles, y que las visiones de país que se hallan insertas en los mismos, son contradictorias y, seguramente, irreconciliables
Y esto, a pesar de los esfuerzos que se vienen haciendo en el Congreso para encontrar una solución concertada.

Lo ideal sería que, en el marco del diálogo al que aspiran muchísimos bolivianos, en Bolivia sea posible encontrar una solución a la crisis política por la vía pacífica.

Pero si se observan los intereses económicos y políticos que mueven a los sectores dominantes, lo que queda es un profundo sentimiento de escepticismo en torno a esa posible solución.
Todo apunta a que las cosas se van a definir por la vía de las presiones y de la presencia de la gente en las calles y en los caminos.

Porque los grupos neoliberales defenderán a sangre y fuego los grandes privilegios que acumularon en más de 20 años de neoliberalismo y, aun antes, favorecidos por gobiernos dictatoriales.

Y el pueblo boliviano, en su gran mayoría defenderá su anhelo de cambio y transformación por el que luchó y entregó su sangre en pasados años.

Ha llegado, pues, el momento, o los momentos, para que los hombres y mujeres de bien, con sentido de Patria, adopten su postura, abandonando posiciones de indiferencia.

O se consolida el cambio social y político que busca un país soberano, digno y una sociedad más justa y sin discriminación, o se retorna a los días del neoliberalismo, donde un grupo de oligarcas se hacían dueños de la nación y de sus recursos.

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