lunes, 3 de marzo de 2008

El loro dice loro, y el ladrón dice ladrón.

La Unión Juvenil Cruceñista es una “especie de grupo paramilitar promovido por el Comité Cívico Pro Santa Cruz, con la intención de generar violencia”.

Esa es la contundente afirmación de la Federación Internacional de los Derechos Humanos, y esa es la respuesta que le hizo llegar, la indicada Federación, a una carta enviada por Branco marinkovic., presidente del comité cívico de Santa Cruz.

No contento con quejarse ante la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia, Branco Marinkovic también se quejó ante la Federación Inte4rnacional de los Derechos Humanos.

Y se quejó contra el gobierno boliviano acusándolo de dictatorial y de violar los derechos de los ciudadanos.

Pero la Asamblea de los Derechos Humanos de Bolivia le respondió explicándole que no es el gobierno el que está violando los derechos de las personas sino que, por el contrario, es su comité cívico el que está en esa actitud, financiando, promoviendo y apoyando el accionar de un grupo tan peligroso como es la Unión Juvenil Cruceñista.

En ese mismo sentido Marinkovic recibió una respuesta similar pero esta vez de la Federación Internacional de los Derechos Humanos, en la cual se le dice que, “la Unión Juvenil Cruceñista forma parte de la estructura del comité cívico que preside usted, lo cual preocupa a la comunidad internacional”.

“La Federación condena los atentados que ustedes patrocinan contra el estado de derecho y la gobernabilidad democrática en Bolivia”, señala la nota.

Luego agrega que “existe gran preocupación por el recrudecimiento de la violencia en el contexto de la adopción de una nueva Constitución”

“Es de lamentar, indica, que se hubieran multiplicado los ataques a las personas, por el simple hecho de ser indígenas o porque apoyan al gobierno.

Y, para terminar, le dice a Marinkovic que la denuncia en contra de su comité cívico y de los grupos de choque que financia, se la está haciendo llegar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y también al Alto comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Bolivia.

O sea que, nuevamente, Branco Marinkovic fue por lana y salió trasquilado. Intentando confundir las cosas, se dirigió a organizaciones naciones e internacionales de derechos humanos, buscando una condena contra el gobierno boliviano.


Pero las señaladas organizaciones no sólo que no condenaron al gobierno, porque el gobierno no ha violado ningún derecho de nadie, sino que sí condenaron al comité cívico cruceño y a su grupo paramilitar, vale decir, la Unión Juvenil Cruceñista.

Ahora, lo ocurrido hace ver con claridad uno de los aspectos de la estrategia de conspiración que están desarrollando los grupos de la derecha en nuestro país.

Acusan al gobierno de vulnerar las leyes, cuando son ellos los que atropellan las leyes a cada momento.

Acusan al gobierno de haber aprobado un proyecto de Constitución anti constitucional, cuando son ellos que los que buscan aprobar estatutos autonómicos absolutamente ilegales.

Dicen que el gobierno está promoviendo la violencia y la división del país, cuando los intentos de división y las acciones violentas provienen de su lado.

Sostienen que el gobierno está haciendo espionaje político, cuando son ellos los que tienen aparatos de inteligencia que espían a sus adversarios.

En otras palabras que acusan a los otros de lo que ellos son, procurando enmarañar la situación nacional, y crear un ambiente de confusión donde ellos esperan obtener ganancias.

Es, como se ve, una forma de proceder muy ladina y muy artera, pero que se acomoda perfectamente a sus afanes de conspiración.

Pero como no es posible manejar las mentiras siempre de manera impune, ahora a Branco Marinkovic le han salido al frente organizaciones de derechos humanos no solo del país sino también internacionales, que han puesto las cosas en su lugar, indicando quiénes son los que violan los derechos humanos y quienes no.

¿Y cuál fue la actitud de Marinkovic ante estas respuestas?

¿Hizo algún examen de conciencia? ¿Prometió revisar su actitud o las posturas de su comité cívico?

Nada de eso.

Como buen fascista, inmune a las críticas, anunció la creación de su propia oficina de derechos humanos.

Son aspectos que los bolivianos deben tomar en cuenta, ahora que se acercan los momentos de las grandes decisiones nacionales.

No hay comentarios: