viernes, 14 de marzo de 2008

Las organizaciones sociales advierten contra la conspiración

“Algunos empresarios pretenden enterrar la democracia y derrocar al Presidente Evo Morales Ayma.

Esa es la clara advertencia que hacen organizaciones sociales y campesinas de La Paz, en una publicación aparecida en la prensa y que tiene la fecha del 1º de marzo del presente año.

La publicación señalada dice lo siguiente:

“La Federación de Empresarios Privados de Bolivia en una franca acción conspirativa, señala que “con la muerte de la democracia todos los bolivianos hemos perdido las libertades básicas”.

Igualmente afirma que “nuestro país está en un sendero de división”, hablan de una “confrontación entre hermanos”, y terminan gritando, “basta de silencio y temor”, “este proceso...no perdurará en el tiempo”.

Algunos malos empresarios se han sumado al golpe de Tuto Quiroga, de Branko Marinkovic y del senador Oscar Ortiz.

Por eso los tres utilizan las mismas palabras y expresiones.

Hablan de “golpe contra la democracia” y de “ex gobierno democrático”, para justificar sus futuras acciones.

Es una barbaridad, sigue diciendo la publicación, que digan que “se han perdido las libertades básicas en Bolivia”, cuando libremente publican solicitadas y declaraciones en todos los medios.

Es una mentira bien calculada cuando afirman en sus solicitada que “no tenemos capacidad de transitar por el país sin el riesgo de perder la vida”, o que “no podemos discrepar en ideas”.

Esas solicitadas no son escritas para los bolivianos.

Todos los bolivianos sabemos que la CAINCO miente cuando dice: “todos los bolivianos hemos sufrido con las heridas de las dictaduras”, cuando es público que varios de sus miembros fueron colaboradores de la dictadura de Bánzer y también del régimen de Sánchez de Lozada.

Esas solicitadas están dirigidas para el extranjero, para intentar aislar al primer gobierno indígena, y así facilitar su golpe de Estado.

El camino del golpe es claro: 1) mostrar que no hay estado de derecho en Bolivia, “la democracia ha muerto”. 2) provocar conflictos por el alza de precios 3) buscar aislar al gobierno a nivel internacional 4) provocar enfrentamiento y caos a través del referendo autonómico que es ilegal y anticonstitucional porque la actual Constitución no contempla las autonomías, y 5) buscar una sucesión constitucional.

La mayoría de los bolivianos y bolivianas, tanto del campo como de las ciudades, queremos profundizar el sistema democrático del país y, en esta coyuntura, la salida pacífica es la realización del referendo sobre la Nueva Constitución Política del Estado para el próximo 4 de mayo.

Que los pequeños sectores oligarcas, fascistas y racistas del país no le tengan miedo a la decisión del soberano.

Las organizaciones y movimientos sociales que hemos ofrendado nuestras vidas para la recuperación de las libertades democráticas, convocamos a todo el pueblo boliviano a cerrar filas en defensa del proceso democrático, la unidad del país y del primer gobierno indígena encabezado por el hermano Evo Morales Ayma.

Como puede verse por el tenor de la publicación, los sectores sociales y populares del país tienen absoluta claridad sobre los pasos que va siguiendo la conspiración.

Acusar al gobierno de vulnerar los derechos humanos y de atentar contra la democracia, aun sabiendo que ello no es verdad; encarecer los precios de los alimentos para provocar la ira popular, de modo que la mima se vuelque contra el gobierno; desprestigiar al país en el orden internacional para restarle al gobierno el apoyo de las naciones; acentuar el clima de división y enfrentamiento, y procurar alguna forma de recambio presidencial.

Evo Morales, se dirá, es el factor principal de la división y del enfrentamiento, de modo que su salida es una condición esencial para pacificar el país.

Con toda esa estrategia los sectores de la derecha boliviana, buscan, básicamente, frenar el proceso de cambio, impedir que sea aprobada la nueva Constitución, a la que igualmente culparán de ser factor de división, y recobrar el poder político que perdieron en octubre del 2003.

Ese su cálculo, sin embargo, no está tomando en cuenta la voluntad del pueblo boliviano que es llevar adelante, de cualquier forma, la transformación del país.

Podría, esto no se puede desechar dentro del terreno de las probabilidades, hasta funcionar en alguna medida el plan de la oligarquía.

Pero ello daría lugar a una explosión social de consecuencias tan terribles que podría arrasar con los grupos minoritarios del oriente, que hoy conspiran tan alegremente.

Esos grupos deberían entender que no pueden jugar con las expectativas del pueblos ni con sus ilusiones.

El cambio ha sido decidido en varias consultas populares, y el cambio se ha de concretar de cualquier manera.

Los conspiradores, entonces, deberían detenerse, y cesar en sus afanes, si no quieren llevar al país a un enfrentamiento del cual podrían arrepentirse.

No hay comentarios: