lunes, 3 de marzo de 2008

En Bolivia debe predominar el sentido común

Un pequeño grupo de bolivianos, está buscando claramente un enfrentamiento nacional.

Es un grupo que acumuló poder político y mucha riqueza en las últimas décadas, y ahora no quiere compartir ni ese poder ni esas riquezas.

Por ello se opone a la nueva Constitución Política del Estado, que repara injusticias seculares y que brinda oportunidades a los que nunca las tuvieron.

Y por ello trata de imponer, de manera mañosa e ilegal, estatutos autonómicos separatistas y discriminatorios, manipulando a determinados sectores de la población.

Esos grupos minoritarios, enquistados en los comités cívicos y en las prefecturas de la llamada media luna están decididos, si es necesario, a llevar al país a un enfrentamiento interno para preservar privilegios que les fueron concedidos durante las dictaduras y los gobiernos neoliberales del pasado.

La pregunta es si esos sectores de privilegiados, de tendencia ultra derechista saldrán adelante con sus propósitos, o si en el país se impondrá el sentido común de la mayoría de los bolivianos.
Ese sentido común existe y ha sido claramente identificado en un amplio estudio realizado por las Naciones Unidas.

Dice la investigación, publicada con el nombre de Informe Nacional sobre Desarrollo Humano El Estado del Estado en Bolivia, que “detrás de las visiones y prácticas polarizantes que tienden a dividir está emergiendo un sentido común que une a gran parte de los bolivianos y bolivianas”.

“Los actores del sentido común son millones de ciudadanos de a pie, que componen alrededor del 70 % de la población boliviana, y plantean un horizonte de convivencia intercultural y de igualdad social y económica”.

“Son los actores productivos de la economía popular, las familias migrantes que portan nuevas identidades interculturales, y las élites sociales y políticas emergentes que construyen poder continuamente”.

El Estado, dice el Informe, es quizá el actor más importante en la construcción y afirmación del sentido común, porque refleja la complejidad y el pluralismos de la propia sociedad”.

El Informe estudia luego cinco elementos que conforman ese sentido común emergente.

Señala, primero, que la mayoría de los bolivianos demanda abiertamente cambios.

Pero exige, al mismo tiempo, que esos cambios se produzcan en un contexto de concertación y acuerdos amplios que garanticen estabilidad política.

Luego, como un segundo aspecto, el Informe indica que en los últimos cinco años, los bolivianos tenían una percepción negativa del sistema político e, inclusive, del régimen democrático.

Pero que luego, en los últimos dos años, esa percepción ha cambiado de manera significativa.

De acuerdo a varios estudios Bolivia ha registrado cifras récord en términos de apoyo y satisfacción con la democracia.

Los bolivianos, dice el Informe de Naciones Unidas, están más convencidos de que la democracia es preferible a otras formas de gobierno, a pesar de los problemas que debe enfrentar.

Como un tercer aspecto, el indicado Informe señala que existe un consenso básico entre los bolivianos, y ese consenso sostiene que los recursos naturales pertenecen a todos.

“La opinión de cambas, collas, mestizos, indígenas, ricos o pobres es la misma: esos recursos, gas, agua, tierra o minerales, pertenecen a todos y no sólo a los que viven en los departamentos, municipios o comunidades donde se ubica esta riqueza.

En este sentido, si hay una cosa en la que los bolivianos están plenamente de acuerdo es en la nacionalización de los hidrocarburos.

En cuarto lugar, sigue diciendo el Informe, los bolivianos se sienten interculturales y están orgullosos de la diversidad.

“Somos aymaras, mestizos, cambas y collas, somos diversos pero ante todo somos bolivianos y conformamos una pluri nación”, y esta pluri nación, de acuerdo al sentido común de la gran mayoría de los bolivianos, es una nación construida desde el pluralismo y se constituye de territorio con sus recursos naturales y sus habitantes, que pertenecen a grupos étnicos culturales y regionales distintos, y cuya convivencia está regida por la autoridad y legitimidad de un nuevo Estado, y los deberes y obligaciones que manda y dispone una nueva Constitución Política del Estado.

Como último punto, el Informe de Naciones Unidas, justamente, habla del apoyo de los bolivianos al proceso constituyente, y a la esperanza de que la nueva Constitución garantice la construcción de una sociedad diversa con igualdad.

Ese sentido común, detectado por el estudio de Naciones Unidas, viene a ser, pues, la barrera a las pretensiones de los grupos minoritarios de la derecha oligárquica, que quieren el país sólo para ellos.

Bolivia vive un momento de grave tensión y es posible que esa tensión conduzca a enfrentamientos pero, más allá de los mismos, lo que debe predominar es la voluntad de la gran mayoría de los bolivianos y bolivianas que quieren el cambio, ese cambio debe concretarse para que la nación no retorne al modelo anterior, que sólo favorecía a pequeñas élites atrincheradas en las prefecturas y comités cívicos de la llamada media luna.

No hay comentarios: