Varias son las cosas importantes que ha dejado la VI Cumbre Presidencial de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA, cumplida hace poco en Caracas. En relación a Bolivia, el ALBA hizo conocer una declaración en la que manifiesta su plena solidaridad con el proceso de cambio que aquí se viene desarrollando.
“Apoyamos, dice la declaración, el proceso de cambio en democracia que el pueblo boliviano ha impulsado por medi0 de un mecanismo constituyente que ha recogido su voluntad soberana para plasmarla en un proyecto de nueva Consti6tución que será sometido a la voluntad popular”.
Advirtiendo que este proceso boliviano está siendo atacado y obstaculizado por fuerzas reaccionarias y racistas de la extrema derecha, atrincheradas en algunos comités cívicos, la declaración del ALBA pide a la comunidad internacional que ayude a que en Bolivia se respete la institucionalidad y a las autoridades democráticamente elegidas.
“Convocamos a las fuerzas democráticas del mundo, señala la declaración, a solidarizarse con los bolivianos quienes, a pesar de las provocaciones, han apostado mayoritariamente por la deliberación democrática para construir una sociedad más justa y equitativa”.
Este respaldo, pues, viene a fortalecer el proceso de cambio boliviano y constituye, además, una advertencia para los sectores de la extrema derecha que quieran intentar alguna aventura desestabilizadora de la democracia o de desintegración del país mediante acciones separatistas.
Pero no sólo en el área política Bolivia recibió el apoyo de los países del ALBA.
Ese respaldo se manifestó igualmente en el campo deportivo, con una alusión expresa a los afanes de alguna gente incrustada en la FIFA, que está maniobrando para vetar la realización de competencias internacionales en estadios con alturas superiores a los 2.700 metros
Ese interés de la Federación Internacional del Fútbol Asociado, más bien de algunos países integrantes de ese organismo constituye, como bien se advierte, una forma más de dominación, de discriminación, de imposición de políticas imperiales, las cuales se imponen hasta en una actividad noble como es el deporte.
Los intereses económicos que dirigen las políticas del sistema no toman en cuenta para nada los derechos de los pueblos, que también sienten y vibran con la pasión que el fútbol conlleva.
A ese derecho elemental a jugar donde uno nace y vive, y a recibir a otros países en las mismas condiciones y lugares, se antepone el afán económico de algunas potencias, que vulneran principios elementales de justicia y equidad.
La dominación imperial, pues, no sólo es social, política y económica, sino también deportiva, como muy bien se advierte.
En otro orden de cosas, la Cumbre Presidencial de la Alternativa Bolivariana para las Américas, hizo conocer una advertencia que resulta sumamente importante.
Advirtió que la administración del presidente norteamericano George Bush, se irá haciendo cada vez más peligrosa, en la medida en que se acerquen las elecciones presidenciales de dicho país.
“Alertamos al mundo, dice la declaración, acerca del empeño guerrerista del imperialismo norteamericano”.
“La crisis financiera por la que atraviesa Estados Unidos, y el fracaso de su intervención en Irak, están contribuyendo a aumentar su desesperación, y ello los puede llevar a acciones que pongan en peligro la paz de nuestra región.
La declaración puede parecer un tanto exagerada, pero lo evidente es que existe ya un antecedente de que las cosas son así como se advirtió en la Cumbre del ALBA.
George W. Bush desarrollo la campaña de su reelección presidencial enarbolando una bandera belicista que hablaba de imponer mano dura contra el terrorismo y contra las naciones a las que califica como terroristas.
Su intervención violenta en Afganistán y en Irak, que a ojos del ciudadano común norteamericano, que se caracteriza por su mediocridad y por su incapacidad para realizar análisis políticos, le dieron un suficiente respaldo ciudadano para ganar las pasadas elecciones.
Claro que, en la actualidad, ese ingenuo ciudadano se ha desencantado de la política de Bush, y ese desencanto lo ha llevado a quitarle su respaldo, de modo que, en este momento, el presidente norteamericano tiene el apoyo más bajo que registro ningún presidente en la historia norteamericana, desde el escándalo de Watergate.
Pero, de cualquier forma, si en el pasado su política bélica le permitió afianzarse ene el poder, George W. Bush puede intentar repetir la estrategia para favorecer a sus candidatos.
Atacar a los países latinoamericanos que, como Venezuela, Bolivia, Nicaragua o Ecuador, buscan liberarse de las políticas del imperio, puede ser ahora la nueva bandera para ganar las elecciones norteamericanas.
Por ello la declaración del ALBA advierte de este peligro señalando que, en la medida en que se acerquen las elecciones presidenciales, el actual gobierno de Estados Unidos puede volverse mucho más peligroso.
Lo importante es que ahora, alrededor del ALBA se ha constituido un bloque de naciones, dispuestas no sólo a desarrollar planes económicos, sociales y políticos conjuntos, sino también a resguardarse de agresiones directas que lleguen desde los centros del poder imperial, y eso es tremendamente positivo.
miércoles, 13 de febrero de 2008
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