lunes, 19 de mayo de 2008

¡Qué pena lo del Cardenal Terrazas!

¡Qué pena lo del Cardenal Julio Terrazas!

¡Se puso, definitivamente, al lado de los poderosos!

Ya en anteriores semanas, el Cardenal cometió la grave impertinencia de pedir pruebas sobre la existencia de servidumbre y explotación humana en la región del Chaco.

Pidió pruebas y le llovieron las pruebas pero, con sus desacertadas palabras ya había convalidado la conducta explotadora de patrones y dueños de tierras en esa región.

Muchos pudieron pensar que aquellas expresiones fueron un desliz, un error humano y que, detrás de ellas, no había ningún afán por proteger o favorecer a los indicados latifundistas.

Pero no, no había sido así.

Porque el día domingo 4 de mayo el Cardenal se fue a votar y, al votar, les hizo el perfecto juego a los sectores dominantes de Santa Cruz.

Votó el Cardenal Terrazas, y luego posó para las fotografías, al lado de autoridades y dirigentes que impulsaban el ilegal estatuto.

¿Es que nadie le habrá explicado al Cardenal Julio Terrazas, que el estatuto cruceño es discriminador, y es racista, y es separatista, y atenta contra los derechos humanos, y vulnera la actual Constitución Política del Estado?

¿Nadie le habrá contado, al Cardenal Terrazas, que el señalado estatuto fue elaborado para defender los intereses de los poderosos y para acallar las reivindicaciones de los pobres?

Pero votó el Cardenal, y allí dejó claramente establecida su opción, a favor de los dominadores y en contra de los dominados.

Porque mientras en Santa Cruz, los oligarcas salían adelante con su plan de engañar a la población, llevándola a votar con trampas y argucias, y con grandes campañas a través de sus medios de comunicación social, en otras regiones del país, el pueblo protagonizaba inmensas movilizaciones, rechazando los indicados estatutos.

¿No habrá visto, el Cardenal Terrazas, las marchas de los sectores populares en Cochabamba, en La Paz, en Oruro, en Potosí, en El Alto, o las manifestaciones en Tarija o en Chuquisaca?

¿No habrá escuchado, en esos actos, los discursos de los dirigentes y las expresiones de la gente, que se había concentrado sin presiones de ninguna clase, a simple convocatoria y con claridad de conciencia, repudiando los planes de división del país, urdidos por los oligarcas?

Y, mirando el fraude de las papeletas previamente marcadas, y la resistencia de indígenas, campesinos y sectores populares, y el avasallamiento de la Unión Juvenil Cruceñista, y los enfrentamientos entre sectores con decenas de heridos y un muerto, ¿no habrá meditado el Cardenal Terrazas sobre la real intención de la gente que pugnaba por el estatuto?

Los hechos del domingo 4 de mayo, mostraron claramente cómo está dividido el país.

En un lado los poderosos, en el otro el pueblo.

En un lado los racistas y discriminadores, en el otro los que reclaman por sus derechos y porquen no se los discrimine más.

En un lado los adinerados y latifundistas que aprovecharon del poder al amparo de las dictaduras y de los gobiernos neoliberales del pasado, y en el otro los sectores que sufrieron las medidas neoliberales que los llevaron al extremo de la pobreza.

Así, más o menos, está dividido el país y, de acuerdo a su conciencia, los bolivianos, en este momento, están decidiendo a que lado se colocan.

Considerando el mensaje del Evangelio, considerando el camino y la preferencia que el mismo Jesucristo demostró, lo que correspondía era que el Cardenal se colocara al lado de los pobres.

Pero prefirió ponerse del lado de los poderosos, y fue a votar, y así le echó la bendición a un estatuto separatista, racista, ilegal y discriminador.

A él, al Cardenal y a varios de sus obispos y a los grupos dominantes de Santa Cruz, les ha debido parecer que esa decisión era la adecuada.

Pero a la gran mayoría de los creyentes, seguramente que esa decisión les defraudó, y los apartó, en mayor o menor medida, de la Iglesia que pregonan.

La pregunta es, ¿cuántos católicos no habrán decidido apartarse de su Iglesia, temporal o definitivamente, mirando que sus autoridades eclesiales, mirando que sus pastores, se alejan tanto de las enseñanzas del Evangelio?

¿No será por situaciones como estas, por errores como estos, que la Iglesia Católica pierde y pierde fieles y vocaciones sacerdotales en todo el mundo, mientras otras creencias religiosas crecen?

Muy mal, pues, por el Cardenal Terrazas, que se fue a votar, favoreciendo los planes de los oligarcas y enajenándose la voluntad de millones de bolivianos que no quieren la división del país.

Puede tener, el Cardenal Terrazas, muchos argumentos para explicar su conducta, pero lo que parece claro es que el Espíritu Santo no lo ha estado inspirando en sus últimas decisiones.

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